No por esperada, la noticia deja de ser una sorpresa. Distribuidora de Gas del Centro (Ecogas) finalmente cambiará de manos. La empresa fue adquirida por inversores mayoritariamente vinculados con el mercado financiero, entre ellos, Federico Tomasevich, propietario del grupo Puente.

Con la transacción –una vez que sea aprobada por las autoridades regulatorias– se modifica sustancialmente el perfil de la compañía que estaba en manos de dos energéticas de escala global, como ENI de Italia y EON de Alemania.

Si bien no arrojaba pérdidas, a partir del congelamiento tarifario para la distribución (no confundir con el gas natural en sí mismo, que sí verificó incrementos), Ecogas atravesaba por un fuerte estrangulamiento en sus finanzas.

Ese giro al límite la llevó a achicar su estructura en unos 80 dependientes en los últimos dos años. Actualmente, junto con Distribuidora de Gas Cuyana reúnen a unos 630 empleados.

Además de Tomasevich, los otros accionistas serán el fondo Magna y la generadora de electricidad Central Puerto. Entre todos tendrán el 90 por ciento de las acciones.

Ese grupo también adquirió el 60 por ciento del paquete accionario de Gas Cuyana, integrante de la misma distribuidora y prestadora del servicio en Mendoza, San Luis y San Juan. En este caso, en el futuro se ofrecerá al mercado el 30 por ciento de las acciones, en tanto que el 10 restante pertenece a los empleados.

Santiago Balart, director de Puente, aseguró que el de las energéticas “es un sector que nos interesa”. “Las empresas que compramos son muy prolijas: en el primer semestre fueron rentables y no tienen deudas”, indicó a la prensa.

En rigor, desde hace tiempo en el mercado se conocía que ENI y EON estaban buscando un comprador para Distribuidora de Gas del Centro que presta servicios en Córdoba, La Rioja y Catamarca, con más de 630.500 clientes en 118 localidades de la región que son abastecidas a través de más 15.200 kilómetros de redes de distribución, según su página web.

En algún momento, una de las partes quería vender y la otra se resistía. Luego hubo consenso para desprenderse de la compañía, lo que aceleró las gestiones en los últimos cuatro meses. En esa búsqueda, incluso apareció el nombre del exministro menemista José Luis Manzano como uno de los candidatos. El monto de la transacción no se conoció.

Final anunciado

Para el largo achicamiento de Ecogas fue decisiva la actitud del Gobierno nacional de congelar las tarifas desde 2002. Las distribuidoras fueron obligadas a trasladar a las facturas de los usuarios mayores costos por el gas natural, tanto el de producción nacional como el importado desde Bolivia o en barcos.

Pero, en cambio, prácticamente no se tocaron los valores atinentes a la prestación del servicio en sí mismo, que es la fuente de financiamiento de este tipo de compañías.

La distribuidora logró atravesar la década aplicando ajustes en sus estructuras de funcionamiento, pero al mismo tiempo debió resignar calidad técnica, con el alejamiento de ejecutivos claves para su operación.

Con la compra ahora por parte de empresarios ligados al mercado financiero, quedaron atrás los tiempos en que para las concesiones de servicios públicos debían incorporarse operadores con fuertes antecedentes internacionales en la materia, como el caso de ENI y EON.

Según analistas cordobeses del mercado energético consultados ayer por La Voz del Interior , la apuesta de Tomasevich y Magna es clara. “Adquieren barato un activo para tenerlo en su cartera hasta que se recompongan totalmente las tarifas. Seguramente después se desprenderán de él y realizarán una toma de ganancias”, consideró una de las fuentes.

El cambio de manos de la firma también se produce en el marco de un fuerte incremento en las facturas por el retiro de los subsidios a los consumos que aplicaba la Nación y también por un aumento en el precio mismo del fluido. La Resolución 226/2014 fijó precios para el metro cúbico según la “cuenca” o región del país y también una escala de acuerdo con el consumo. Esto deriva en ajustes de hasta el 400 por ciento.

Ya se fueron

Dos menos. Con la salida de Ecogas de la empresa italiana ENI y de la alemana EON, otros dos grupos empresariales de perfil internacional dejarán de actuar en Córdoba en la prestación de servicios públicos.

En el agua. Con anterioridad, la empresa Suez (ex Lyonnaise des Eaux) se retiró de la concesión de Aguas Cordobesas, al vender sus acciones al Grupo Roggio, de capitales nacionales.

En la tierra. También, la firma Impregilo, uno de los mayores grupos de origen italiano en el mercado de la construcción y la ingeniería, dejó la concesión de Caminos de las Sierras, que pasó a la Provincia.