El gobierno golpea al empleo

El gobierno golpea al empleo

Las cesantías en octubre subieron 13 veces en comparación con mismo mes del 2013. El gobierno niega la crisis que produce una aguda recesión

A pesar de años de crecimiento sostenido en la economía, el kirchnerismo no pudo solucionar un escenario nacional dominado por el trabajo en negro, las desigualdades, los bajos salarios y la falta de cobertura social, que ha convertido a la Argentina en un combo explosivo capaz de explotar en cualquier momento.

Un estudio efectuado por la consultora Tendencias Económicas, afirma que en el mes de octubre se registraron 6.310 despidos, el nivel más alto de los últimos 12 meses. Además, en los primeros diez meses de este año, hubo 32.279 despidos, 23.000 más que en mismo período del año pasado, en una crisis que en vez de frenarse, aumenta.

Del país sembrado de fábricas e industrias donde se daba trabajo a millones de personas y que era ejemplo de toda la región, se pasó a un período desolador, con persianas bajas en casi todas las fábricas del país. Los resultados de la política K son escasos, ya que la desocupación continúa incrementándose y las demandas sindicales se extienden a lo largo y ancho del país.

En diálogo con Hoy, el exSubsecretario de Comercio Exterior e Interior de la Nación, Juan Dumas, señaló que “por un lado esto sucede por un cuadro recesivo de la economía que hace que el empleo se vea afectado, y por el otro por un ritmo inflacionario del orden del 40% donde los ajustes salariales no están siguiendo ese ritmo, lo cual hace que se produzca el riesgo y la efectiva pérdida del empleo”.

Para el economista, la clave del problema está en la inflación, resultando “muy preocupante que el gobierno no acepte la inflación. Cuando uno no reconoce la existencia de un problema, es mucho más difícil que uno pueda suponer que se pueda resolver, y acá se ha venido negando la existencia de la inflación y se han venido adulterando las cifras oficiales que miden los precios”.

“Es esconder la basura debajo de la alfombra pretendiendo que no se vea, cuando está a la vista de todo el mundo. Esto forma parte del relato oficial, que no acepta que haya inflación, pero cuando llega a niveles de este orden, es difícil de ocultar y contenerlo”, subrayó Dumas.

La crisis pega fuerte en el sector industrial, que se encuentra en inferioridad de condiciones con las empresas extranjeras para competir, por lo que la situación social se tornará muy compleja, con lo que la idea de un estallido social que ronda en muchas cabezas del gobierno, podría llegar a darse si no se da una rápida solución a estos problemas que empiezan a crecer con el correr de la crisis.

La desocupación es un mal que vuelve a estar en la cresta de la ola debido a la fuerte recesión que se encuentra pasando la Argentina. El costo del índice inflacionario lo sufren los sectores menos pudientes de la sociedad, que ven como la presión impositiva sucumbe sus ingresos y la calidad de vida de sus familias no hace más que retroceder.

Un modelo que hace agua

En un proceso donde cae el PBI y hay un profundo estancamiento de la economía, es lógico que crezca la conflictividad, por lo que al gobierno nacional sus estrategias de mantener un modelo económico de permanente incentivo del consumo que generaba aumento del nivel de empleo, comienza a hacer agua por todos lados.

“Este año ha sido de caída del producto, hay tendencia a que si cae el producto cae la producción y cae el nivel de empleo, producto de las expectativas que no son tan buenas como en años anteriores”, expresó a Hoy el Profesor de la Universidad de San Andrés, Roberto Dvoskin.

El exfuncionario alfonsinista sostiene que “hace falta sintonía fina y los instrumentos son más riesgosos para la instrumentación de un plan y esto es lo que ocurre en esta situación. Hay una presión porque el gobierno porque el aumento del gasto no está acompañando el aumento de la tasa de inflación, por lo que es evidente que este modelo de consumo está parado”.

Para Dvoskin, “el tema central es básicamente el doble juego entre un consumo que se está restringiendo, vía por las altas tasas de inflación y por el otro lado, falta de divisas por parte del gobierno para poder hacer frente a los requerimientos de la industria para poder crecer, esas dos cosas generan restricciones en la producción argentina”.

No se sabe lo que va a pasar a fin de año, es por eso que el gobierno a través del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunció la convocatoria a una nueva reunión del Consejo de Seguridad Interior para el viernes 21, con la idea de coordinar con las provincias acciones de prevención sobre posibles disturbios en diciembre. ¿Tendrá éxito? Parece difícil.

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