El objetivo es evitar que los vehículos de producción nacional empiecen a pagar el gravamen del 30 y 50% y se limite únicamente a los importados de línea premium
La propuesta en estudio es subir el tope a partir del cual los autos comienzan a pagar la alícuota según la ley a fin de evitar que los vehículos de producción nacional empiecen a pagar este gravamen y se limite únicamente a los importados de alta gama o premium, publica el diario Ámbito Financiero.
La medida venía siendo reclamada por los fabricantes locales, que después del fuerte aumento de los autos tras la devaluación, temían que varios modelos que se producen en el país tuvieran este recargo impositivo.
Es que la suba del precio de los autos en enero del 15% y del 4% en febrero hace que más modelos empiecen a estar alcanzados por el tributo. Además, el sector registra un desplome en las ventas: en febrero, la baja ascendería al 80% en los vehículos de alta gama, según estimaciones del sector.
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