El fiscal pidió elevar a juicio oral el caso contra Macri por espionaje

El juez Oyarbide aceptará el pedido y el proceso empezará antes o durante la campaña por las elecciones de 2013.
El fiscal federal Jorge Di Lello p idió ayer la elevación a juicio oral y público del jefe de Gobierno de porteño, Mauricio Macri, en la causa por las escuchas telefónicas en la que están procesados ex funcionarios y policías, entre otros.

El requerimiento fue hecho ante el juez federal Norberto Oyarbide y alcanzó, además de Macri, al ex ministro de Educación Mariano Narodowski, al ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios y al ex agente de inteligencia de la Policía Federal Ciro James, entre otros.

Como Oyarbide tiene apuro en este caso, se estima que aceptará el pedido y el año que viene se realizará el juicio antes o durante la campaña electoral para renovar las cámaras del congreso nacional .

En esta causa Macri está procesado como presunto integrante de una asociación ilícita dedicada a montar una red de espionaje a través de la cual se intervinieron teléfonos de manera ilegal a empresarios, políticos, abogados y dirigentes sociales.

El fiscal consideró que la investigación de la causa está terminada y solicitó que Macri sea enviado a juicio por los delitos de asociación ilícita, falsedad ideológica e intercepción de las comunicaciones por la “pinchadura” del teléfono de su cuñado, Néstor Leonardo.

Por su parte, Palacios, primer jefe de la policía de Macri, está acusado por los mismos delitos en cinco hechos de escuchas a Sergio Burstein, referente de un sector de Familiares y Amigos de Víctimas de la AMIA, al empresario periodístico Carlos Avila y a dos gerentes del supermercado Coto.

En tanto, a James se lo acusa de ocho hechos de intervención de teléfonos y junto con Palacios estuvieron presos un año en la causa, hasta que fueron liberados en diciembre de 2010 por la Cámara Federal.

La investigación se inició en 2009, cuando Burstein denunció que fue alertado a través de una llamada anónima de que su teléfono estaba “pinchado” por orden de Palacios, procesado por supuesto encubrimiento en el caso AMIA. El domingo de la denuncia Oyarbide estaba de turno y se quedó con la causa sin pasarla a sorteo el primer día hábil siguiente. También llamó la atención que la llamada habría sido hecha por u n supuesto agente de la SIDE, pero Oyarbide no profundizó esta pista. Además, en el registro telefónico del cibercafé desde el que se hizo la llamada no figuraba el teléfono de Burstein, quien se encontraba en Nueva York con la comitiva presidencial ante la ONU. Recién en una planilla excel de la empresa que suministra el servicio telefónico al cibercafé apareció el teléfono pero sin otros números que figuraban en el primer registro.

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