“La especulación inmobiliaria avanza en las ciudades como el agronegocio en el campo”

“La especulación inmobiliaria avanza en las ciudades como el agronegocio en el campo”

Enrique Viale es miembro de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas y -entre otras cosas- escribió el libro Maldesarrollo, junto a Maristella Svampa. En entrevista con Código de Radio*, introdujo su concepción de extractivismo y despojo.

 

Para Viale el modelo extractivista se consolidó durante el kirchnerismo, tanto en el agronegocio como en la megaminería. El enfrentamiento con el campo se redujo a la cuestión de las rentas, sin discutirse el modelo agrario. Sostiene que la diferencia entre el gobierno saliente y el entrante es el espacio que se le dio a las firmas extractivistas y sus CEOs dentro de la estructura gubernamental actual, mientras que en los gobiernos del Frente para la Victoria había una connivencia no expresada con esos sectores.

El ambientalista se refirió al “maquillaje verde detrás del rabino Sergio Bergman” y ejemplificó con la gestión durante los últimos ocho años en la Ciudad de Buenos Aires: “Sufrimos mucho a Macri como jefe de Gobierno. Utilizaba el slogan ‘ciudad verde’ pero lo cierto es que los espacios verdes disminuyeron como no pasaba hace décadas”. “Ahora las tarifas de gas y luz son para cuidar el planeta”, ironizó.

Para el abogado no cabe ninguna duda de que existen caminos alternativos para América Latina. “A Argentina la han despojado de su naturaleza y lo aceptamos como si fuese un destino”. “En el libro Svampa habla de que se pasó del Consenso de Washington al consenso de los commodities, se aceptaron sin más”, sostiene. Y suma que “hay otros caminos, de uso de la naturaleza y de desarrollo”. De acuerdo a Viale, hay un concepto hegemónico de desarrollo -explicado por Galeano en “Las venas abiertas de América Latina”- que en la práctica resulta ser, “más un espejismo que otra cosa”. “Pero seguimos creyendo que con Vaca Muerta nos vamos a salvar y eso nunca llega. Es la historia de nuestro continente pero también la historia de África”, comenta.

“Maldesarrollo fue el producto de un recorrido de varios años a largo y ancho de la Argentina. El ‘mal desarrollo’ es una crítica a ese concepto hegemónico de desarrollo”, explica el ambientalista. También detalla que Argentina “con el tema del agronegocio está sufriendo una verdadera catástrofe social y sanitaria muy grande. Son 21 millones de hectáreas de soja transgénica, donde se aplican mas de 400 litros de agroquímicos, especialmente glifosato, y 12 millones de personas expuestas a eso. Ello provoca corrimiento de fronteras sobre bosques nativos y territorios campesino e indígenas y un cambio climático, desertificación, entre otras”.

Viale además desarrolló su concepto de Extractivismo Urbano explicando que “en la ciudades no hay soja, no hay petróleo, no hay oro, lo que se busca ahi es la tierra y los mineros urbanos o los sojeros urbanos son la especulación inmobiliaria”. Desde su perspectiva, esta avanza “con las mismas características que lo hace la megaminería en la cordillera o el agronegocio en el campo”: con una gran connivencia de los poderes políticos y de los medios de comunicación, desplazando poblaciones, destruyendo el ambiente, construyendo enormes torres que después generan grandes inundaciones.

“La contracara es la emergencia habitacional”, define. Y ejemplifica con la Ciudad de Buenos Aires: “En los últimos 10 años se construyeron 20 millones de metros cuadrados de inmuebles y en el mismo tiempo creció un 50% la población que vive en villas miseria. Entonces ¿para qué se construye? El inmueble se convierte en un commoditie. Ya no resulta un bien de uso y pasa a ser un bien de cambio”.

Entre otras cosas, comentó sobre sus intentos de evitar la modificación del camino de sirga en el nuevo código civil y comercial, el cual lo redujo de 35 a 15 metros del margen de los ríos y prácticamente se eliminó su carácter de camino público, haciendo cada vez más difícil su tránsito.

También hizo hincapié en la centralidad de los movimientos sociales asamblearios para la transformación en nuestro país. Indicó que no solo han permitido resistencias sino que han tenido grandes triunfos. Ejemplificó con la prohibición de la megaminería que en seis provincias fue resultado de la iniciativa popular y con los nuevos conceptos que incorporan a las agendas políticas y los medios de comunicación.

En cuanto al rol del Poder Judicial, expresó su preocupación frente a los criterios de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que, a pesar de tener miembros especialistas en el tema como Lorenzetti y haber tenido fallos ejemplares como lo fue el caso del Riachuelo, con el tiempo han virado sus sentencias y “han jugado a favor de grandes corporaciones”.

Agregó que considera que “forman parte de una misma lógica que es muy corporativa y tiene muchas relaciones con las demás corporaciones”.

A la creación de la Autoridad de Cuenca Matanza – Riachuelo (Acumar) la tildó de interesante desde el punto de vista institucional pero “no suficiente en el territorio”: el Riachuelo atraviesa más de 12 municipios de la provincia y afecta a millones de personas. Explicó que “hay internas enormes en el mismo gobierno que hacen que hoy el Riachuelo siga esperando”.

Por último, sin desconocer que los acuerdos internacionales quedan muchas veces a mitad de camino en su cumplimiento, indicó que el cambio climático es una realidad que ya está provocando daños y que uno de los desafíos más grandes que tenemos es buscar esos acuerdos internacionales para evitar peores consecuencias, ya que no hay otra forma de abordar la problemática.

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