Las fumigaciones preventivas que a diario desarrollan las cuadrillas del gobierno de la Ciudad en parques y plazas no son aconsejables, afirman científicos de la Universidad de Buenos Aires, especializados en el monitoreo del mosquito transmisor del dengue, el famosísimo Aedes Aegypti.

“Las consecuencias de la fumigación son negativas por varias razones”, afirmó Nora Burroni, investigadora del Grupo de Estudio de Mosquitos que pertenece al Departamento de Ecología, Genética y Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

“En primer lugar, matan todo, incluidos predadores del mosquito y otras especies. Segundo, sólo afectan a los mosquitos adultos, no a las larvas. Al cabo de dos o tres días, la población se renueva. Imaginate que una hembra está en condiciones de poner 60 huevos y en apenas una semana de gestación nace una nueva generación. Por último, las campañas de fumigación masiva, al cabo de un tiempo, generan resistencia en el mosquito y los venenos pierden eficacia”, advierte en diálogo con Diario Z.

“La hembra puede poner 60 huevos y el mosquito nace en apenas una semana.”

El equipo de especialistas del GEM estudia desde 1998 la evolución de la población del mosquito transmisor del dengue y otros virus. Según sus conclusiones, la única campaña eficaz para combatirlo es la que se centra en los domicilios. “El Aedes Aegypti es un mosquito que cambió de hábitat. En algún momento, dejó los árboles y entró en las viviendas para cumplir todo su ciclo vital. Ocurre que allí no les falta comida y reparo. El único tratamiento preventivo eficaz es eliminar los recipientes con agua estancada. En particular, aquellos donde pueda haber quedado depositada agua de verano, porque los huevos pueden soportar el invierno hasta que vuelven las temperaturas cálidas”.

“El único tratamiento preventivo eficaz es eliminar los recipientes con agua estancada.”

Además, Burroni criticó algunos spots televisivos “porque quizás el texto está bien, pero lo ilustran con imágenes de cloacas y charcos y claramente no es ahí donde está el problema”.

Según el GEM, la fumigación debe reservarse para los casos en los que se verifican casos de dengue. “Antes que nada, es importante que la gente concurra al médico ante la aparición de síntomas relacionados con la enfermedad, como fiebre, dolores musculares y articulares, jaquecas, etc. En caso de confirmarse que se trate de dengue, entonces corresponde aplicar un tratamiento focalizado en la manzana donde vive el afectado y las ocho manzanas alrededor, extremando los recaudos, reduciendo los criaderos y, en este único caso, procediendo a fumigar”.

Hasta ahora, se registraron 15 mil casos de dengue en todo el país. Al menos 550 de ellos en territorio porteño. Es el segundo pico de la enfermedad desde 2009, cuando se informaron 23 mil casos, pero la presencia del mosquito se extenderá al menos hasta el mes de mayo.

Los especialistas también advierten que el mosquito está presente en todos los barrios y no se concentra, como se difundió en algunos medios, en los barrios del suroeste.

“El mosquito está presente en todos los barrios y no sólo en los barrios del suroeste, como difundieron algunos medios.”