Reclama que los mismos que promovieron y respaldaron la remoción de los puestos ubicados en la vía pública son los que encubren a las redes de explotación sexual y laboral, contrabando, narcotráfico y lavado de dinero que operan en la feria cubierta.

En este sentido, la dirigente massista manifestó su preocupación por la sorprendente inacción que muestran las autoridades municipales, provinciales y judiciales ante las reiteradas denuncias por el ejercicio de las mencionadas actividades delictivas que se ejercen en el interior del predio que “administra” Jorge Castillo, un personaje muy ligado a la gestión K.

Gil Lozano detalló que “adentro de lo que parece ser un mero complejo ferial que aparenta basar su funcionamiento en la comercialización de productos textiles, se cometen gravísimos delitos como ser el tráfico de personas, contrabando de mercaderías, venta de estupefacientes, explotación laboral, prostitución infantil, lavado de dinero, etc.

Al respecto, la referente de la Corriente Renovadora Progresista, aseguró que “lo que se hizo ayer fue quitarle los puestos sólo a aquellos que no rendían tributos al Sr. Castillo y ni siquiera se efectuaron controles oculares dentro del complejo en donde se llevan a cabo los peores negocios”.

La experimentada dirigente política consideró que “lo que hicieron fue cuidar a los delincuentes” y agregó que “con estos mecanismos el Kirchnerismo sigue dando cada vez más muestras acerca de la connivencia y la cercanía que tiene con los corruptos”.

Finalmente, Gil Lozano afirmó que La Salada “es un yacimiento arqueológico de la corrupción, porque comenzó como una simple feria de la comunidad boliviana y terminó siendo cooptada por todo un estado mafioso que cuenta con la complicidad y el encubrimiento de las autoridades”.