Dando inicio a uno de los primeros conflictos de la gestión de María Eugenia Vidal, el secretario de Cultura de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Gómez, tomó la decisión de desactivar la oficina de Prensa. En aquel entonces, el funcionario no tuvo mejor idea que la de mudar al personal especializado a una recóndita oficina ubicada en 7 y 42, de la ciudad de La Plata, sin función alguna.
En remplazo de los trabajadores, la gestión de Vidal contrató a la empresa Grupo Identidad SA, que preside el empresario de medios José Luis Primo, quien entró a la escena pública tras ser procesado en la causa que investigaba manejos irregulares con la publicidad de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Jorge Telerman.
La causa que investigaba los delitos tipificados como “malversación de caudales públicos y fraude al Estado”, comenzó entre abril y mayo de 2007 por la denuncia del diputado nacional Miguel Bonassoante el Juzgado de Instrucción Número 13, a cargo del juez Luis Alberto Zelaya. En ese momento, meses antes de las elecciones nacionales, Bonasso acusó a Telerman y Primo de participar en la creación de la empresa fantasma Sol Group, a través de la cual se derivaron órdenes de “publicidad no tradicional” (PNT) a la productora Ideas del Sur de Marcelo Tinelli por 3.650.000 pesos.
Así las cosas, mientras mes a mes el gobierno de Vidal continúa dejando a trabajadores estatales en la calle, por enviar un par de gacetillas de prensa, el 28 de junio la empresa Grupo Identidad SA le facturó a la provincia por primera vez: fueron más de 46 mil pesos, según consta en el expediente 2160-7551/2016-0-1.
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