La relación de la sociedad argentina con el coronavirus tiene una estrecha vinculación con el agravamiento de la difícil situación que viene atravesando su economía. En tiempos de cuarentena, pese a que el número de casos crece y aumenta la cantidad de víctimas fatales, los argentinos le temen más a los problemas económicos que genera la pandemia que a la posibilidad de contagiarse el virus.

 

Así lo releva una encuesta realizada por D´Alessio IROL/Berensztein a 886 adultos de todo el país, entre el 24 y el 25 de marzo. El estudio muestra que para tres de cada cuatro personas su mayor preocupación respecto son las consecuencias económicas del coronavirus, mientras que el temor a la enfermedad alcanza al 63%.

La percepción es similar para toda la sociedad, sin distinción de a quién se votó en octubre pasado. Sin embargo, esa diferencia se percibe respecto de la segunda mayor preocupación, que sigue siendo la inflación  (64%). En ese sentido se expresa el 81% de quienes eligieron a Mauricio Macri, pero solo 49% de los que optaron por el presidente Alberto Fernández  y el 64% de los que lo hicieron por candidatos de otras fuerzas.

Sin certezas sobre su extensión, la población considera que la rigurosidad de la cuarentena tendrá implicancias económicas negativas para el país. Así se expresa el 85% de los encuestados, en línea con el parate forzoso de una actividad que ya se encontraba deprimida y en la que solo parece reactivarse el consumo en supermercados, aunque la propia enfermedad obligó a reducir el ingreso de personas para minimizar el riesgo al contagio.

"El fenómeno de la pandemia está produciendo en nuestra sociedad un cambio que indudablemente dejará huellas profundas como en el resto del mundo. La figura del Presidente torna una relevancia significativa en la circunstancia asumiendo el liderazgo, prueba de ello es que su imagen aumentó 10 puntos en el último mes", señaló Eduardo D'Alessio.

En esa línea, reflexionó: "Llama la atención que todavía el riesgo al deterioro económico personal en los temores sobrepasa el del contagio en enfermedad". En ese sentido, remarcó que "el temor a la inflación perdió su centro como tema número uno".

Así, indicó que "han existido muy pocas medidas en el pasado reciente que lograran el nivel de consenso de las adoptadas actualmente. Los resultados también muestran una disolución de la tradicional grieta que si bien subsiste parecería morigerarse frente a la actual circunstancia. Parecería que los argentinos tenemos más propensión a juntarnos en la adversidad que en la bonanza".

Para sortear la situación actual, 4 de cada 10 encuestados apelaron al teletrabajo, con mayor incidencia entre los millennials (63%) y, luego, entre aquellos que tienen 35 a 44 años (47%). Sin embargo, un 21% remarca que tuvo que abandonar sus tareas porque no puede realizarlas a distancia y un 17% directamente no trabaja.

A la hora de proyectar el futuro, las opiniones están divididas, más allá del apoyo a las medidas y el crecimiento de la imagen del Presidente. Un 38% de los encuestados cree que la situación se normalizará en tres meses, mientras que un 37% espera que todo vuelva a su cauce recién para fin de año y un 13% prevé que ese escenario se dará en 2021.

La aguja del optimismo se mueve de acuerdo a las edades, por lo que la esperanza de una mejoría temprana es mayor entre los más jóvenes.

Afectados pero incumplidores

Nadie conoce mejor a un argentino que otro argentino. Al menos eso es lo que refleja la encuesta respecto del impacto del coronavirus en el país. El sondeo muestra que si bien un 84% de los entrevistados dice haber visto afectado en algún aspecto de su vida por la irrupción del coronavirus y la imposición de la cuarentena, casi en la misma proporción (82%) sostiene que la sociedad sólo cumplirá de manera parcial con el aislamiento social dispuesto por el Gobierno. Apenas un 12% considera que el cumplimiento de la cuarentena será total y 6% cree que directamente no se cumplirá para nada.

"Es curioso es que la mayor parte opine que las medidas son correctas y adecuadas pero una proporción similar opine que solo se van a cumplir parcialmente. ¿No aprendemos más?", se preguntó D'Alessio.

El estudio revela que la pandemia afecta en un promedio de dos aspectos a las personas de los distintos niveles socioeconómicos.

Los encuestados, particularmente los de mayor poder adquisitivo, destacaron la imposibilidad de ver a sus seres queridos (hijos 28% o padres 25%), así como la alteración de un viaje, hecho que padeció una de cada cuatro personas.

También manifestaron verse perjudicados en sus actividades informales de trabajo (21%) e incluso en cuanto a cirugías o tratamientos médicos no vitales (19%), en especial quienes pertenecen al nivel medio bajo. Y un 12% señaló que se le alteró una reunión importante, como casamiento o cumpleaños.