El 40,5 por ciento de la población del Gran Córdoba está bajo la línea de pobreza, incluido un 10,8 por ciento que revista en la indigencia. Vale decir: tres de cada 10 personas no llegan a cubrir una canasta básica de bienes y servicios, mientras que una directamente pasa hambre.

Los datos de pobreza, difundidos el martes por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), cayeron como un baldazo de agua helada en el Gobierno de Córdoba. No obstante ello, desde la administración de Juan Schiaretti (por estos días, de vacaciones en Brasil) prefirieron no salir a cuestionar las cifras del organismo, aunque reconocieron que quedaron “sorprendidos” por la dureza de los datos.

“No discutimos los números, aunque es verdad que sorprende”, le dijo el miércoles a Día a Día Sergio Tocalli, ministro de Desarrollo Social de la Provincia. “Igual –afirmó–, preferimos ponernos a trabajar para ver cómo superamos esta situación”.

“En caso de que hubiera una sobreestimación en las cifras, peor hubiera sido que el error fuera por defecto”, opinó, e insistió en que la Provincia no pedirá que el organismo estadístico revise el dato.

Según el funcionario, es necesario analizar la coyuntura en la que fueron tomados los datos (segundo semestre de 2016), cuando dos de los sectores más dinámicos de la economía local, la construcción y la industria, atravesaban momentos muy complicados, con cientos de despidos y suspensiones.

“La Provincia está gastando 6.000 millones de pesos en atender la situación social, y si eso no se refleja en una disminución de las cifras de pobreza e indigencia es probable que se deba a que la encuesta del Indec no mide las transferencias no monetarias que está recibiendo la población más vulnerable”, señaló Tocalli.

El titular de Desarrollo Social recordó que la Provincia está asistiendo desde fines del año pasado a miles de familias con la Tarjeta Social, una ayuda de 630 pesos para la compra de alimentos. “Llevamos entregadas 45 mil tarjetas, de un total de 69 mil previstas”, dijo.

Según Tocalli, no se observa que en este primer trimestre de 2017 la situación social se haya agravado en Córdoba, aunque reconoció que tampoco ha mejorado de manera significativa. “La demanda de asistencia que tenemos hoy es similar a la de fines del año pasado”, aseguró.