La firma falsificada a una integrante del Consejo Permanente para la Seguridad Ciudadana (CPSC), detectada en al menos cuatro documentos, derivó en la salida del secretario del Órgano Ejecutivo, Mario Besolari, luego de una áspera reunión realizada el lunes. Por su parte, otra de las integrantes del CPSC, Nora Cartolano, decidió presentar su renuncia. 

Como primera medida, integrantes del Consejo pidieron a la moderadora Viviana Robagliatti y al secretario Besolari que presentaran un descargo por escrito en el que explicaran por qué la integrante y ex comisaria Margarita Sotelo que, efectivamente, se encuentra hace tiempo de viaje, aparece firmando documentos del organismo. Por una ajustada votación, durante la reunión se resolvió marginar a Besolari de la Secretaría Órgano Ejecutivo.

Antes de la reunión, la situación despertó cruces de acusaciones en las internas siempre latentes dentro del CPSC. Quienes defendían a los acusados le informaron a este medio que “Cartolano tampoco tiene una situación favorable, ya que le contabilizamos no menos de cuatro ausencias superando el máximo que es de tres como indica el reglamento. Y tuvo un agravante durante esas ausencias: retuvo documentación que implicó el retraso de la colocación de luminarias en diferentes barrios”.

En cualquier caso, lo ocurrido vuelve a poner signos de interrogantes al funcionamiento del CPSC, espacio que desde su creación estuvo rodeado por distintas situaciones conflictivas y  disputas políticas.

En ese marco, la renunciante Nora Cartolano, que formaba parte del espacio como representante de la sociedad de fomento del barrio Lanusse, pidió a este medio la posibilidad de exponer su interpretación de los últimos episodios que motivaron su alejamiento del Consejo. 

“Se ha dicho que yo tenía documentación retenida en mi casa, algo que es totalmente mentira. A mí me han involucrado en un montón de mentiras”, planteó.

En cuanto a la reunión del lunes, Cartolano explicó que “se trató exclusivamente el tema de las firmas, con un descargo por parte de la moderadora y del secretario que a mi entender no explicó la situación”.

“Yo fui la única que también pidió la destitución de la moderadora, pero fue gente que no va nunca a las reuniones y levantaron las manos a su favor. A partir de hoy (martes) presento la renuncia porque mi nombre no puede estar vinculado con una falsificación de firma y mucho menos la institución a la que represento. Hoy fue la firma, mañana no sé qué puede ser. En la situación en que está el Consejo, da para eso y mucho más. No puedo involucrar a la sociedad de fomento en manejos tan turbios”, expresó.

- ¿En qué sentido habla de "manejos turbios"?

- Yo no quiero mezclar la política, aunque lamentablemente la mezclaron ellos. Toda la parte que defiende a la moderadora son oficialistas. ¿Cómo combatís eso? Lo lamento por los compañeros que quedaron ahí, pero yo no puedo seguir. 

- ¿Ellos reconocen que las firmas no fueron realizadas por la persona a la que se le atribuyen?

- Ellos reconocen que hay una firma trucha. No te dan argumentos, se manejan de esa manera. En un principio, en una reunión anterior, Besolari dio a entender que la responsabilidad podía venir de Javier Sosa (funcionario municipal). Héctor Navarro lo defendió. Anoche (por el lunes) se dijo que la investigación iba a seguir, pero seguramente se conformará una comisión y olvidate de que se investigue. 

- ¿Quién es el responsable de que haya pasado una cosa así?

- Es el custodio de los papales, que en ese caso era Besolari como secretario. Yo los papeles no me los traigo a mi casa, por lo tanto no puedo ser responsable. Se utilizan métodos que no corresponden. Por ejemplo estás en una reunión y mientras se habla te pasan apurado para que firmes papeles. Yo siempre me negué a firmar así, porque tengo que leer lo que firmo. Tienen esas costumbres. 

- En sus inicios, uno notaba ciertas "desprolijidades" en el funcionamiento del Consejo. ¿Eso sigue de esa manera?

- Eso siguió igual o peor. Antes, cuando se arrancó, nos manejábamos con una ordenanza vieja, entonces nos fuimos adaptando y aprendiendo. Pero ahora existe un reglamento y una ordenanza. Hay cosas que ya se aprendieron y no pueden seguir así. Una de las cosas que me hacen renunciar al Consejo son esas irregularidades. Anoche dije que venía a hacer un descargo al diario y me dijeron que tuviera cuidado con lo que decía porque formaba parte del Consejo. No sé por qué uno se tiene que callar la boca. Entre las irregularidades está que no se leen las actas anteriores. No sé a quién beneficia esa forma de actuar, creo que al Consejo no lo beneficia. Hay manejos que no van, no es la casa de uno. 

- ¿Qué otras diferencias mantiene con el funcionamiento del Consejo?

- Todo lo que hemos logrado hasta ahora es el arreglo de patrulleros, somos una mera cooperadora policial. Yo no estoy para eso, no entramos para eso como sociedad de fomento. Entramos al Consejo para acercar la prevención a los barrios. Nunca pudimos lograr que se bajen talleres a los barrios o un presupuesto para trabajar con los pibes en la prevención. 

- Hace poco el subsecretario Navarro habló en un plenario del Concejo Deliberante de un nuevo Plan de Seguridad ¿Se acercó finalmente ese documento al Consejo? 

- Nunca lo vi, tampoco el convenio con la Policía. Y hay un grupito de personas que desvían los temas, eso pasa siempre cuando se discute algún tema. Nunca se discutió ese plan de seguridad. 

- ¿Fueron varios los que plantearon cuestionamientos por las firmas o sólo usted? 

- Fue todo un lío, no fui la única. En lo que sí fui la única es en pedir la renuncia de las dos personas al Consejo, no solamente a sus cargos. Cuando anoche planté que renunciaba y que iba a venir al diario para hacer un descargo, se me acercó la moderadora para decirme "Norita, fijate lo que decís porque te vas a comer una demanda". No estoy acusando a nadie, sólo estoy diciendo que no se convoca a reuniones. 

- ¿Se dijo que usted faltó a varias reuniones?

- Si bien es cierto que yo falté a reuniones, dentro de las irregularidades que se cometían figuraba el cambio de los días de reuniones. Cuando había sesiones del Concejo Deliberante, pasaban las reuniones de los lunes a los martes. Yo ese día trabajo en Jáuregui y me es imposible llegar. Entonces las reuniones se hacen igual y pasan estas irregularidades. Por unanimidad se resolvió dentro del Consejo hacer las reuniones en ARPAE, pero como hay un tema personal entre la moderadora y el representante de ARPAE, se negaron totalmente y nunca se implementó esa decisión. Por eso digo que el Consejo lo manejan dos o tres personas que cuando las papas queman traen gente que no viene nunca a las reuniones. En realidad falté dos lunes, las otras tres fueron los martes cuando se me hace imposible asistir. De todos modos, aunque falté nunca paré las cosas y se colocaron muchas luminarias.