Ciudad: buscan eliminar el certificado médico obligatorio para clientes de gimnasios

Ciudad: buscan eliminar el certificado médico obligatorio para clientes de gimnasios

En su lugar, la Ciudad propone presentar una declaración con los datos sanitarios. De aprobarse, se aplicaría cuando terminen las restricciones por el Covid-19.

La Legislatura porteña eliminará la obligatoriedad a los socios de los gimnasios de la Ciudad de contar con un certificado médico anual para practicar actividad física y fijará como requisito la presentación de una declaración con los datos sanitarios, en una medida que, de ser aprobada, podría entrar en vigencia una vez que las restricciones por la pandemia se vayan flexibilizando.

La modificación es parte de un listado de cambios al Código de Habilitaciones y Verificaciones que tratarán los diputados de la Ciudad en la sesión ordinaria del próximo jueves, que apuntan a "simplificar" la actual regulación con la cual deben cumplir las micro, pequeñas y medianas empresas (Pymes) para funcionar.

La iniciativa fue presentada por el legislador del bloque oficialista Vamos Juntos, Gonzalo Straface, en diciembre pasado, sin contemplar la pandemia por el coronavirus que determinó una serie de medidas restrictivas que recayeron, justamente, sobre el sector económico porteño integrado, en su mayoría, por Pymes.

En ese marco, se impulsaron 28 modificaciones al Código que fueron trabajadas por la Comisión de Desarrollo Económico de la Legislatura, ya en un contexto de cuarentena, entre las que se encuentra el cambio a los alcances de la normativa -que data de 1998-, que estipula el funcionamiento de los gimnasios en la Ciudad.

Aquella disposición, aún vigente, determina que "todas las personas que realicen actividades físicas en el gimnasio, deben poseer un certificado de aptitud física que debe contener los resultados de estudios electrocardiográficos expedido por el especialista actualizado anualmente".

La nueva redacción, en cambio, indica que los potenciales socios quieran practicar "actividades físicas no competitivas" en las instalaciones, deberán presentar "una declaración de aptitud física cuyo contenido será fijado por el Ministerio de Salud", que, a su vez, deberá elaborar "formularios diferenciados para menores y mayores de edad".

Y agrega que la planilla será "de aptitud física y de regularidad en los controles personales de salud", la cual permitirá conocer "antecedentes de enfermedades", en tanto que deja abierta la posibilidad que las autoridades sanitarias pidan "certificados médicos obligatorios" cuando lo consideren necesario.

Según informaron desde el Ministerio de Desarrollo Económico porteño, que trabajó en la elaboración del proyecto junto a los asesores legislativos, "se reemplaza el certificado médico anual por un cuestionario que deberá ser completado por quien realice la actividad y, en base a las respuestas brindadas, se le solicitará o no el correspondiente análisis médico".

En la actualidad, los gimnasios exigen a sus socios la presentación anual del certificado de aptitud física, pero, de acuerdo al análisis de los funcionarios y de los legisladores, "en muchas ocasiones, la gente no concurre a realizarse los chequeos, sino que se consiguen un certificado médico firmado".

"Con este proyecto, queremos que intervenga el Ministerio de Salud de la Ciudad y así generar una conciencia en las personas del chequeo médico", remarcó Straface, quien también consideró que se contribuirá al esquema de verificación del cumplimiento de este requisito que está bajo la órbita de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) .

Las inspecciones en los gimnasios están a cargo de la AGC que realiza visitas periódicas con ingenieros o arquitectos que verifican la adecuación del local a la normativa vigente en distintos aspectos, entre ellos, el estado de las instalaciones, los sistema de ventilación y también el certificado médico.

Para los impulsores del cambio de la ley, estos profesionales no cuentan con la capacitación necesaria para detectar posibles problemas de salud.

Entonces, trasladaron a la cartera sanitaria la elaboración de la declaración jurada que ya está en estudio y tomaría como modelo un cuestionario conocido como "PAR-Q", que contiene una serie de preguntas respecto de la situación sanitaria y cardiovascular de las personas.

Entre las consultas figuran por ejemplo, la presencia de dolores en el pecho, pérdida de conocimientos o mareos y si registra problemas de presión arterial o circulación.

Comentá la nota