Cinco jueces escapan de Venezuela para sumarse a un tribunal supremo en el exilio

Cinco jueces escapan de Venezuela para sumarse a un tribunal supremo en el exilio

Asilados en la embajada chilena en Caracas, se fueron a Colombia; instalarán una nueva corte en un acto en la sede de la OEA

ARACAS.- Rumbo a la libertad y camino del exilio. Los cinco magistrados asilados en la embajada de Chile en Caracas se escaparon anteayer de Venezuela al aprovechar la madrugada. En la legación diplomática permanecieron durante tres meses, al resguardo del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), que sí logró capturar, y encarcelar, a tres de sus 33 compañeros.

Apenas cruzó la frontera con Colombia, Elenis Rodríguez, una de las juezas fugadas, dijo que el gobierno de Nicolás Maduro no les había concedido salvoconductos, por lo que decidieron huir con apoyo de sus familiares. Sobre todos ellos pendía la amenaza lanzada por el presidente, que afirmó que serían apresados "uno a uno". Sus cuentas y sus bienes fueron embargados.

Los magistrados Beatriz Ruiz, Zuleima del Valle, Luis Marcano y José Núñez Sifontes acompañan a la reconocida activista de derechos humanos en la huida. Heraldo Muñoz, canciller chileno, confirmó la información, a la vez que situó a los cinco jueces en Colombia, en espera de que el gobierno de Santiago les conceda asilo definitivo.

La fuga, un nuevo capítulo del surrealismo trágico que abate a Venezuela, se produce en vísperas de que mañana se constituya el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio. La instalación se realizará en uno de los salones de la Organización de los Estados Americanos (OEA), según confirmó el presidente del tribunal, el magistrado Miguel Ángel Martín.

En el acto participarán buena parte de los 33 magistrados que fueron designados en julio por el Parlamento venezolano para reemplazar a los jueces chavistas del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) oficialista. Se trata de un hecho que no tiene antecedentes en la historia de Venezuela.

De esta forma, la mayoría del tribunal paralelo logró salir del país. El caso más llamativo de los que todavía permanecen en Venezuela es el de Ángel Zerpa, que funge como presidente de la sala político-administrativa. El magistrado protagonizó una huelga de hambre de 20 días luego de ser detenido a fines de julio. Zerpa estuvo encarcelado en la siniestra sede del Sebin, al igual que una quincena de presos políticos. Al ser liberado, le impusieron medidas cautelares que le impiden salir del país. Los otros dos magistrados que fueron capturados por la policía política del chavismo renunciaron a sus cargos.

El lugar elegido, la sede de la OEA en Washington, otorga trascendencia al acto, lo que provocó la furia de las autoridades chavistas, a pesar de que el organismo panamericano se cuidó de anunciarlo formalmente; incluso no aparece en su agenda del mes. En principio, son los propios magistrados quienes afirman que su corte en el exilio nacerá en las instalaciones de la OEA, como también lo confirmó Carlos Negret, defensor del pueblo de Colombia, tras reunirse con Luis Almagro, secretario general de la OEA.

"Es un plan macabro, realmente siniestro", denunció el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, nombrado tras la destitución ilegal de Luisa Ortega. Para la revolución, la proclamación de mañana se trata de una "amenaza" procedente de "esta pseudoinstancia judicial en la OEA, que ni siquiera tiene atribuciones judiciales para nada".

"Vamos a trabajar para rescatar la ley en Venezuela. Nuestro trabajo es recuperar la institucionalidad, nuestra independencia, porque el Estado actualmente está bajo secuestro", adelantó Martín, que detalló la agenda de trabajo de una corte tan especial: las violaciones de derechos humanos, los delitos de lesa humanidad, tortura, legitimación de capitales y narcotráfico. Cada uno de los magistrados trabajará en sus casos desde el país donde haya recibido asilo político.

Alejandro Rebolledo, uno de los jueces estrella del nuevo tribunal y abogado penalista especializado en crimen organizado, mantuvo ayer una reunión con Ortega en Bogotá. "Los delitos de la delincuencia organizada no van a quedar impunes", concluyó después del encuentro.

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