Si bien la primera elección del año tuvo lugar en La Pampa, donde el candidato radical ganó la interna al elegido del PRO, el verdadero test electoral se desarrollará este domingo en Neuquén.

Es que como la provincia patagónica no tiene primarias, este fin de semana se definirá quién ocupará la silla de la Gobernación por los próximos cuatro años; y si bien serán nueve los candidatos, el escenario previo indica una división en tercios.

Según las posibilidades de triunfo de los postulantes, en primer lugar se encuentra Omar Gutiérrez (MPN - actual mandatario), que ostentaría una leve diferencia a su favor; Ramón Rioseco (Unidad Ciudadana - Frente Neuquino) y Horacio “Pechi” Quiroga (Cambiemos). 

Uno de los sondeos que trascendió ubica a Omar Gutiérrez (MPN) con el 29,8% de los votos seguido por Ramón Rioseco con 26,6% y más atrás Horacio Quiroga (Cambiemos) con el  21,3%. En cuarto lugar se ubicaría Jorge Sobisch, ex gobernador del MPN, con el 7,3%. Su candidatura se lleva votos del oficialismo. 

No obstante, otra medición realizada en los últimos días por el kirchnerismo ubica primero a Ramón Rioseco con el 31,2%; seguido de Omar Gutiérrez con el 29,4% y por último Quiroga con el 19%.

Frente a este panorama, el elegido por Cambiemos para manejar los destinos de una provincia estratégico no correría con los números a su favor, por lo que desde Casa Rosada mirarán con detenimiento los resultados del domingo.

No sólo por el eventual desempeño de su elegido, sino por el rol que cumple Neuquén en cuando a su rol energético. Vaca Muerta es una de las grandes promesas del país en cuanto a soberanía y autoabastecimiento al ser el segundo reservorio de gas más importante del mundo.

Por ello, no resulta indiferente para el Gobierno nacional quién será el comandante de la provincia anfitriona de tal recurso millonario. 

Asimismo, la elección de Neuquén resulta el primer test electoral, puesto que como no existen las primarias, quien gane el domingo será el vencedor final. 

Tanto desde Cambiemos como desde el FpV están atentos a lo que sucederá en los comicios, pero en la alianza gobernante, la preocupación es doble. 

La Rosada tiene interés en que haya una buena performance de su candidato y, al mismo tiempo, no quiere saber nada con un posible triunfo del peronismo, que quedaría a cargo de uno de los principales motores económicos del país, como lo es Vaca Muerta. Por el contrario, si gana el MPN, en el Gobierno no descorcharán, pero tampoco se sentirán apesadumbrados, ya que consideran a Omar Gutiérrez un potencial aliado.  

Para el FpV, las expectativas estarán puestas en cómo el electorado se para frente a la posibilidad de un regreso del kirchnerismo, así como también en el éxito o fracaso de la unidad del peronismo lograda en la Provincia, que dará un mensaje al resto del país, específicamente a las provincias donde todavía existen diferencias internas.