Frente al aluvión de malas noticias que genera hora a hora un gobierno que se derrumba, el experto en comunicación apela a la censura cada vez más directa sobre los medios de comunicación que viven de la publicidad oficial.

Así, mientras se acumulan los reproches de la sociedad hacia Canal 8 y Canal 10, desde la Casa de Gobierno apuestan a redoblar la desinformación. Los horribles resultados de esta estrategia están a la vista: la gente -cansada de una década de mentiras- apuesta cada vez más por la prensa crítica del alperovichismo.

Luego de prohibir en los últimos días cualquier mención a la causa por el feroz crimen de Paulina Lebbos -en el que estarían involucrados "hijos del poder" encubiertos por el gobernador José Alperovich-, en las últimas horas se dio orden en Canal 10 de no pasar imágenes relacionadas con los saqueos, el vacío de poder, las marchas de protesta y la violencia que padece la provincia desde hace varios días.

Incluso se impidio transmitir información de los canales nacionales que responden al kirchnerismo, como un síntoma de la distancia que está tomando la Presidenta frente a la caída del clan Alperovich.

Hace pocos días, el joven Ditinis ya había ordenado "borrar" de la pantalla del canal -que supuestamente pertenece a la Universidad- al intendente Domingo Amaya, sindicado como el gran enemigo político del alperovichismo.

Como se observa, mientras las dificultades se acumulan para un gobierno sin rumbo (y que según se comenta en la Casa Rosada podría tener los días contados), los "cerebros" de Alperovich apuestan a más autoritarismo, sin darse cuenta que así siguen alimentando una olla a presión.