Dice el texto de la Cámara Minera contra CARPA:

Ante el trágico incidente que se cobró la vida de dos jóvenes obreros de una bodega en la zona de Vichigasta, es menester de esta Cámara Minera, reflexionar acerca de los riesgos de una actividad productiva que, lamentablemente, parece gozar de excelente concepto en la opinión pública pero, de escasos controles.

En una nota publicada por un diario virtual, el señor Roberto Mantovani, atacaba arteramente las potencialidades de desarrollo minero en la región de Famatina, diciendo textual: En el Famatina no habrá mega minería…. ¿qué parte no entienden?

Ahora nos parece lícito preguntar: ante nuevas muertes por posible inhalación de ferrocianuro en la industria vitivinícola, ¿cuáles son los controles que se llevan a cabo en el manejo de sustancias peligrosas utilizadas en la elaboración del vino? ¿la vitivinicultura tiene como la minería la obligación de presentar estudios de impacto ambiental de la actividad? Estos obreros tristemente fallecidos cumpliendo una tarea propia del sistema se encontraban asegurados por tareas riesgosas, como sí debe asegurar sus trabajadores la minería? ¿Cuenta la actividad agrícola con sistemas de gestión ambiental eficiente? ¿Dónde se publican los informes sobre el impacto ambiental de la actividad? ¿Cuál es el grado cumplimiento de las normativas inherente al rubro por parte de los productores representados por CARPA?

Tal vez, este sea un buen momento para preguntarlo…

El consumo de cianuro por parte de la minería, representa sólo un 6% de la producción total del químico. El cianuro goza de mala fama, y lamentablemente, se manipula a través del miedo a la sociedad para que se oponga a una actividad lícita, controlada y necesaria; pero interesadamente nada se dan a conocer otras “verdades” que es importante mencionar.

En la producción vitivinícola se utiliza ferrocianuro (combinación de hierro y cianuro) por ejemplo para eliminar el hierro en algunos vinos blancos y rosados. También se utilizan sodas cáusticas, ácidos y sales, no sólo para producir vino, sino también aceitunas y aceites de oliva.

¿Se cuenta con sistemas de gestión adecuados para la manipulación del cianuro en la actividad agrícola? ¿Cuánto se utiliza?

Los lixiviados de esta producción, ¿no son considerados residuos peligrosos? ¿Se encuentran inscriptos? ¿Qué sistemas de gestión se utilizan para remediar el impacto que producen? ¿A qué protocolo de seguridad responde su manipulación y quien los controla?

Por su parte, ¿los productores de vid cuentan con sistemas de gestión controlada en la manipulación de agroquímicos?

En el marco de la creciente preocupación social por la calidad ambiental actual y futura, sin duda, uno de los componentes que mayor atención requiere es el agua.

En comparación con otros rubros productivos ¿Se cuenta con datos actualizados (Estadísticos), respecto a los consumos de agua realizados por las distintas actividades agrícolas de la región?, ¿estudios hidrológicos de los aportes?, ¿análisis u observaciones respecto a la influencia de la actividad agrícola, en los actuales niveles de la freática?, ¿Comparaciones con datos históricos?, ¿Proyecciones?, ¿Cuál sería la influencia de un supuesto consumo adjudicado a alguna actividad minera desarrollada en la región? Independientemente del grado de desacierto que presentan las declaraciones del Sr. Roberto Mantovani, es bueno saber que existen instituciones con predisposición manifiesta en favor de la conservación ambiental y en ese sentido, con el propósito de colaborar, sería conveniente solicitar auditorías ambientales en los predios de este productor y de otros que opinan cercenando el derecho a la producción integral y el despegue de la Provincia.

Durante la época de la vendimia, sería un momento ideal para impulsar una auditoria respecto a las condiciones de trabajo de los empleados contratados. Dar a conocer a la sociedad las estadísticas de empleo formal y temporario, las condiciones, las cientos de familias íntegras (con menores incluidos) que trabajan las fincas y sobre las que una “cuestión cultural” pone un manto piadoso de disimulo. Sin lugar a dudas, el desarrollo minero en la Provincia no debe implicar el desmedro de la calidad ambiental de una región. Como sociedad tampoco podemos permitir que esta calidad ambiental se degrade por otras actividades, sólo porque son más…“tradicionales”.

Ley pareja no es rigurosa, la minería puede exhibir los estudios de impacto ambiental, aún antes de ponerse en marcha cualquier tipo de prospección. En cuanto al manejo de sustancias peligrosas como el cianuro, hace décadas que no existe ni una sola muerte por manipulación, inhalación o contacto con este elemento en minería.

La desinformación marca un estado particular en la cultura productiva de un país, por ello entendemos que estas preguntas reflejadas en este artículo son necesarias para que nunca más existan víctimas fatales de un sistema al que le conviene el silencio y la carencia de conocimientos profundos.

Nuestra solidaridad con las familias de estas víctimas de un incidente que se podría haber evitado. Por ello también es que planteamos este alerta… Es necesario que optimicemos como sociedad los controles para evitar estos hechos que nos llenan de dolor a todos.

Existen instituciones, como esta Cámara Minera, dispuesta a colaborar para que controles eficientes permitan el desarrollo productivo de la Provincia de manera integral. Sin puntos oscuros que respondan a intereses en los que la falta de trabajo, la migración de jóvenes, el hacinamiento en las ciudades más desarrolladas, la ausencia de oportunidades y el desmembramiento de familias son consecuencia directa de ese proceso que algunos sectores y actores pretenden mantener vigente.

Aunque sea más fácil mirar la paja en el ojo ajeno… apostamos por la autocrítica para desarrollarnos como sociedad, en la certeza que dejamos los pilares de una mejor provincia para las generaciones que nos sucedan.

Dicha la verdad y nada más que la verdad, señor Mantovani … ¿Qué parte no entiende?