La caída de la soja y los subsidios a la energía agudizan el déficit fiscal

La caída de la soja y los subsidios a la energía agudizan el déficit fiscal

La oleaginosa cayó hoy otro 2,5% y complica el resultado de las cuentas públicas.

En el primer cuatrimestre de este año, el déficit primario del sector público empeoró un 240% frente al mismo período del año pasado, cuando el resultado ya había sido muy malo. El factor fundamental que explica ese deterioro es el abultado monto destinado a los subsidios, principalmente los energéticos, a lo que se le suma una desaceleración de la recaudación por el freno en la actividad, mientras que la caída del 15% en el precio de la soja no augura una mejora en los ingresos del gobierno sino todo lo contrario.

De acuerdo a los cálculos realizados por la consultora Abeceb.com, el rojo fiscal en los primeros cuatro meses del 2014, sin contar las utilidades del Banco Central y la Anses, alcanzó los $22.745 millones, cuando a la misma altura del año pasado había sido de $6.647 millones. Es decir, el déficit operativo del estado se multiplicó más de tres veces.

 Soledad Pérez Duhalde, economista de ese estudio, explicó en una columna que entre enero y abril hubo una suba récord del gasto público del 41,8% en términos interanuales, la mayor de la última década. En ese sentido, la analista resalta que “la principal fuente de la aceleración del gasto son las transferencias al sector privado”.

Esa partida está comprendida por subsidios y gastos sociales, y aumentó un 61,4% en lo que va del año(en el 2013 el alza había sido del 22%), frente a las subas de 37,2% que tuvieron las remuneraciones, del 33,2% de las Prestaciones a la Seguridad Social y un 38,5% en los gastos de Capital, todas ellas en línea con la inflación real.

 En rigor, el monto destinado a los subsidios llegó a $43.716 millones en el primer cuatrimestre, lo que implica un crecimiento de nada menos que 83% frente al mismo lapso del año pasado.

 Pérez Duhalde desmenuza en el texto los destinos de estos gastos y advierte que el 73% va para el sector energético. De hecho, las compensaciones a este sector se duplicaron en los primeros cuatro meses del 2014, mientras que las que van al Transporte “sólo” crecieron un 40%.

 En lo que va del año, la empresa pública que más pesos recibió por este concepto fue Cammesa: desde $9500 a $21.400 millones, un 124% más. En este caso, lo que más impactó fue la devaluación de enero, que encareció las importaciones de gas y fuel oil. Por eso el gasto para suplir las necesidades energéticas del país se expandió en un 32%, reza el informe de Abeceb.

 Por otro lado, los subsidios a Enarsa pasaron de $4.500 millones a $8000 millones, con una suba del 77% para solventar la diferencia entre el precio de importación de combustible y el precio de venta al mercado interno. 

El resto de los subsidios energéticos crecieron un 87%, de $1.453 millones a $2.718 millones, principalmente por el “Plan Gas” que busca estimular la producción de gas.

"Resulta fundamental avanzar en una corrección de los subsidios energéticos", recomienda Pérez Duhalde, y añade que "una baja de los subsidios a la energía eléctrica de alcance similar a la implementada en gas y agua podría proveer un ahorro que alivie las cuentas fiscales". 

 Lo curioso es que en paralelo a esta suba en el gasto impulsada por los mayores subsidios, derivada de mantener la política de congelamiento de tarifas y el impacto de la devaluación, se está combinando con una caída en el precio de la soja, que pasó de valer unos U$S550 la tonelada en mayo a los U$S476 en los que cerró hoy, anotando una nueva baja del 2,5% en el día. 

Con lo cual la materia prima anota una caída del 15% desde ese entonces, un movimiento que afectará el monto recaudado por el gobierno en materia de retenciones, deteriorando aún más el resultado de las cuentas fiscales. 

El problema es que los mercados vaticinan que la oleaginosa va a mantenerse en estos valores a lo largo de los próximos años. O sea que la tendencia bajista llegó para quedarse.

 El economista Fausto Spotorno, del estudio Orlando Ferreres y Asociados, adelantó que si se tienen en cuenta los contratos de futuro de esa materia prima, a partir de 2015 pasará a costar unos U$S400 la tonelada, lejos de la “supersoja” que rigió en el mercado mundial en los últimos años.

 “Se confirmó que EE.UU. registrará una cosecha récord en octubre y el mercado indudablemente reaccionó a este hecho”, le había explicado a LPO días atrás Enrique Erize, director de la consultora Nóvitas.

“Si el clima en EE.UU. sigue acompañando es probable que la baja de precios se acentúe”, alertó Erize. Y agregó que “lo que comenzó semanas atrás como una simple toma de ganancias, ahora se terminó convirtiendo directamente en una apuesta contra la soja”.

Para el economista Luis Secco, "eso abre un panorama complicado no esperado y con grandes existencias en la Argentina sin vender, con niveles de liquidación menores que los del año pasado. Hay unos 2.000 a 3.000 millones de dólares no liquidados", estimó, en diálogo con Infobae TV.

Comentá la nota