El programa nacional “Recuperar Inclusión” fue presentado por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner y miembros de su Gabinete de Ministros en un acto realizado el 31 de marzo de este año. Durante el mismo se anunció una inversión pública por 2 mil millones de pesos para la construcción de 150 Centros de Prevención Locales de Adicciones (CePLA) y más de 60 Casas Educativas Terapéuticas (CET), ambas obras distribuidas en todo el país, destinándose uno de cada uno de estos espacios a ser construido en Río Turbio. Por este motivo, el intendente de la localidad, Matías Mazú, firmó en dicho acto el convenio para la ejecución de esas obras.

Esta política pública del Gobierno nacional se produce tras la reforma de las misiones y funciones de la SEDRONAR, dadas por el Decreto PEN 48/2014, donde se le otorga a esa cartera nacional un perfil de mayor acción hacia la prevención de las adicciones, trasladándose otras funciones específicas de lucha contra el narcotráfico a la cartera de seguridad. La SEDRONAR, a cargo del Juan Carlos Molina, coordinó junto a otras carteras ministeriales, esencialmente con el Ministerio de Planificación Federal de la Nación, la construcción de 150 Centros de Prevención Local de Adicciones (CePLA) y alrededor de 60 Casas Educativas Terapéuticas (CET) en todo el país.

CePLA y CET

Cabe destacar que los “CePLA” son espacios de encuentro, contención, recreación, formación y capacitación. Los mimos intentarán impulsar la creatividad, el desarrollo cultural, deportivo y artístico y generar de este modo distintas herramientas acordes a cada persona, con el fin de potenciar el proyecto de vida de cada participante.

En tanto que las CET son espacios para mitigar el consumo de drogas o alcohol en contextos de alta vulnerabilidad social. En estos centros de día se promueve el acceso a la salud, la educación y el trabajo, restituyendo así derechos básicos vulnerados.

Todo este esquema se realiza por medio de cinco ejes fundamentales: La familia, la escuela, el deporte, la cultura, la terapia y la capacitación de agentes.

Todo esto realizado buscando la formulación de un proyecto de vida individual y también comunitario, sin las consecuencias nocivas del consumo.

En declaraciones a la prensa, el jefe comunal expresó que “ya estamos avanzando en el lugar donde va a funcionar la casa terapéutica, pero el programa implica además otras cosas, como trabajar en red con todas las fuerzas vivas de la comunidad y trabajar en la prevención desde los distintos lugares, inclusive desde la escuela”.

Sobre los ejes de trabajo de estos espacios, Mazú expresó que en estos temas “si no hay familias, si no hay afectos, si no hay amor al lado de la persona con adicción, es muy difícil que la supere” y agregó que “estos centros son lugares que han demostrado, con el tiempo y en todo el mundo, que son los que dan la solución, los que permiten que la persona que tenga una adicción se recupere”.