Frente al malestar y los reclamos que originaron las nuevas trabas cambiarias por parte de empresarios y la dirigencia del campo, en el Banco Central justificaron las medidas frente a una sobrefacturación de importaciones verificada en el bimestre abril-mayo, al tiempo que aseguraron que la la Circular A 7030 “no implica un impedimento para importar” sino que busca normalizar esa situación disruptiva.

De todos modos, fuentes de la entidad monetaria señalaron que el Banco Central estudiará perfeccionamientos de la norma si en el transcurso de las operaciones el sector productivo detecta inconvenientes que no responden al propósito.

La Circular A 7030 conocida el jueves 28 de mayo dispuso que si una empresa tiene Formación de Activos Externos líquidos debe primero disponer de esos recursos  para el pago de las importaciones o deudas, y también extendió de 30 a 90 días la condición de no adquirir divisas a través de operaciones de Contado  Con Liquidación y  MEP, para el que acceda al mercado oficial. 

Los importadores cuestionaron la medida, y aseguraron que “llena de incertidumbre al comercio exterior y dificulta la cadena de valor de las importaciones”

Fuentes de la entidad monetaria replicaron que en el bimestre abril mayo se pagaron importaciones por 30% más del volumen importado.

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De acuerdo a los datos que manejan, aproximadamente en ese lapso se importó por US$5.800 millones mientras que los importadores accedieron a divisas por US$7.500 millones.

En la institución a cargo de Miguel Pesce, plantean que ese comportamiento "fue disruptivo respecto del historial de acceso al mercado de cambios" dado que históricamente, hay una correlación entre el volumen de importaciones y el acceso al mercado.

Incluso, alegan que por las prácticas comerciales habituales, hay menores pagos que volumen de importación, constituyendo la diferencia las obligaciones comerciales normales.

“En este bimestre hubo cancelación de obligaciones y anticipo de pagos de importaciones que no hacen a las prácticas comerciales habituales. La Circular A7030 establece las condiciones de acceso al mercado para normalizar esa situación disruptiva”, argumentan. 

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En el Central también salieron al cruce de las criticas de entidades empresarias y de la dirigencia del agro. En la  Unión Industrial Argentina evaluaron que las nuevas medidas  impactan sobre el flujo de exportaciones y el abastecimiento a costos competitivo, mientras que los ruralistas advirtieron que tiene un fuerte impacto negativo en la producción de cerereales y oleaginosas al poner en riesgo la importación de fertilizantes y otros insumos

En la entidad monetaria insisten que en  “no hay impedimento para importar ni alteración en el régimen de importaciones del país”  

Tambiém afirman que “están las divisas disponibles para el normal funcionamiento de la actividad productiva”, y que “no está en el espíritu de la norma alterar el volumen de importaciones sino establecer un sendero de pagos acorde con las buenas prácticas comerciales”. 

No obstante, dejan la puerta abierta a evaluar “perfeccionamientos de la norma si en el transcurso de las operaciones el sector productivo detecta inconvenientes que no responden al propósito”.

En este sentido, Pesce escuchará mañana a través de una videoconferencia las inquietudes sobre la normativa que tienen los dirigentes de la UIA.