“Estamos preocupados”, le dijo a Clarín Omar Dragún, secretario general del Sindicato de Mecánicos y Afines (SMATA) de Córdoba, que tiene bajo su paraguas a unos 13 mil afiliados de empresas metalmecánicas, entre las que se destacan las automotrices Renault, Fiat y Volkswagen.

Por caso, los franceses de Renault ayer suspendieron a 900 operarios por falta de insumos de las áreas de soldadura, montaje y pintura; aunque hoy la planta de barrio Santa Isabel en esta Capital volverá a funcionar con normalidad: “Hay 900 compañeros suspendidos y otros 650 están recuperando vehículos”, detalló Dragún, o sea, están completando el armado de las partes que faltan. Por problemas en un buque que descargó todo el material en Brasil hubo un faltante de autopartes como cinturones de seguridad, cerraduras de baúles y faros delanteros, lo que frenó la producción de automóviles. Además, el impuesto a los vehículos de alta gama tuvo impacto en los planes productivos y de negocios de Renault, y sus directivos están evaluando cómo hacer frente a la crisis.

En tanto, Fiat sigue adelante con el programa que comenzó en agosto de 2013, que contempla la suspensión de 2.000 obreros un viernes de cada mes. Desde la firma italiana admitieron extraoficialmente que la merma en la producción se debe a la caída de las ventas en Brasil, principal cliente de la filial argentina. En ambos casos, los trabajadores cobran el 75% de sus sueldos en los días que son suspendidos.

En enero, las exportaciones argentinas, de las cuales el 90% va al país vecino, cayeron 19% y la producción retrocedió 18%, para tener el peor enero en cuatro años.

El líder de los mecánicos cordobeses aseguró que “ el alza de los precios nos preocupa, no sabemos dónde van a terminar. Nosotros tenemos un convenio con las empresas donde nuestros salarios están atados a cuatro o cinco índices inflacionarios y se actualizan cada tres meses”. En Córdoba, un operario que recién ingresa tiene un salario de bolsillo de $ 7.500.

El caso de Volkswagen, que en Córdoba fabrica cajas de cambio es distinto, ya que “la producción está asegurada durante el primer trimestre” y las variaciones del dólar hicieron “que Córdoba sea altamente competitiva a nivel internacional”.

La situación de la automotriz cambia en su planta de General Pacheco, donde están trabajando en la calidad de las unidades. Allí funciona la mayor automotriz argentina, con 4.900 operarios.

En Santa Fe, en tanto, SMATA se mostró preocupada por la merma en la producción de General Motors. El secretario adjunto de los mecánicos, Antonio Milici, señaló que la firma norteamericana redujo todas las horas extras debido a la caída de la demanda interna, pero también por la baja de compras desde Brasil: “La empresa ha suspendido todas las horas extras y desde el gremio estamos en alerta esperando ver qué sucede en los meses de marzo y abril que es cuando la empresa funciona en un 100%”, dijo el sindicalista a medios santafesinos. La producción de la compañía bajó de 34 autos diarios a 29 en enero y en febrero cerrarán 15 días por vacaciones. El ritmo de marzo, que no sería menor a 20 unidades, dependerá de la demanda.

El parate también golpea a las autopartistas. La fábrica de neumáticos Fate en San Fernando suspendió hace pocos días a un tercio de sus 2.000 trabajadores por la caída de la demanda de Brasil.