Asseff, Massa y el legado del ex dictador Onganía

Asseff, Massa y el legado del ex dictador Onganía

Alberto Asseff, el diputado nacional y jefe de campaña de Sergio Massa, llamó a todo el arco opositor a no concurrir a la próxima asamblea legislativa de inicio de sesiones ordinarias, sosteniendo que “la oposición no debe prestarse a ese montaje escénico… Le propondré a mi bloque que promueva la ausencia de la oposición unida”.

Una vez más, la consigna es incumplir el mandato popular de quienes los llevaron a ocupar sus bancas para representar el pueblo de la nación.

Es bien sabido por todos que, tradicionalmente, los golpes y las reducciones del legítimo poder que detentaban los gobiernos constitucionales de antaño eran realizados mediante la puesta en marcha del descrédito que llevaba al “clamor ciudadano” para destituir al presidente y establecer gobiernos militares y, generalmente, “cívico militares”.

Por un lado, los “planteos militares” (Frondizi debió sufrir varios hasta su derrocamiento y confinamiento en la Isla de Martín García) o las campañas mediáticas (Illía debió sufrir el mote de “tortuga” cuando en realidad el golpe se había iniciado, entre otras cosas, con el firme propósito de modificación de la ley de Medicamentos).

Isabel Perón sufrió ambos embates, sumado a conflictos internos de su propio partido y la convulsión social imperante.

Por otro lado, como ocurrió con el presidente Raúl Alfonsín, luego de enfrentar al Partido Militar (juicio a las juntas mediante) y a los sectores de la recalcitrante de la Sociedad Rural (ver comunicado de esta entidad al cumplirse el primer año de la dictadura de Videla y compañía), encontramos al enfrentamiento de los poderes económicos y mediáticos.

Hoy el diputado massista y ex candidato a diputado nacional del ex dictador Juan Carlos Onganía llama, con absoluto descaro, a menguar una vez más el poder que la constitución nacional le otorga a los poderes ejecutivo y legislativo.

Es dable recordar que el 28 de junio de 1966 (por muchos argumentos que hoy están en  boga), el Partido Militar destituyó al gobierno constitucional de la UCR, encabezado por el doctor Arturo Humberto Illía, disolvió los partidos políticos e inició un período de conculcamiento de los derechos cívicos, proscripciones, encarcelamientos y fusilamientos en los propios establecimientos carcelarios (Trelew, 22 de agosto de 1972 es un claro ejemplo). Es más, fue esta dictadura la precursora del desmembramiento de nuestro territorio (y por ende de la soberanía nacional) al haber puesto en cabeza de la reina Isabel de Inglaterra la solución al diferendo limítrofe con Chile por el Canal de Beagle.

Ahora bien, qué decía el ex dictador (luego devenido en frustrado candidato a presidente Onganía, con la apoyatura institucional del ahora diputado Asseff, referente insigne de Massa.

Veamos.

El 7 de agosto de 1964, el general Onganía pronuncia en la Academia Militar de West Point, Estados Unidos, durante la Quinta Conferencia de Ejércitos Americanos, un discurso que preanuncia la doctrina de la seguridad nacional, según la cual, el enemigo estaba ahora fronteras adentro. Los opositores eran calificados genéricamente como comunistas, en contra del sistema de vida “occidental y cristiano”. Dijo en aquella ocasión: "El deber de obediencia al gobierno surgido de la soberanía popular habrá dejado de tener vigencia absoluta si se produce al amparo de ideologías exóticas, un desborde de autoridad que signifique la conculcación de los principios básicos del sistema republicano de gobierno, o un violento trastocamiento en el equilibrio e independencia de poderes. En emergencias de esta índole, las instituciones armadas, al servicio de la constitución, no podrán ciertamente mantenerse impasibles, so color de una ciega sumisión al poder establecido que las convertirían en instrumentos de una autoridad no legítima".

Cualquier similitud con la realidad y las declaraciones del diputado del Frente Renovador corre por cuenta del lector.

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