Asediada por los narcos, la Ciudad de México busca reforzar sus defensas

El poder de los grupos criminales llega a los límites de la capital y obliga a las autoridades a poner en marcha nuevos planes de seguridad; sangrientos combates

Como dejó en claro un enfrentamiento entre narcos y militares, anteayer, a unos pocos cientos de kilómetros de los límites de la capital, las células del narcotráfico acechan cada vez más de cerca la Ciudad de México.

En las afueras de la capital, decenas de policías revisan vehículos y personas que entran y salen para tratar de blindar la ciudad de la violencia que el narcotráfico extendió en sus alrededores.

El temor a que miembros de organizaciones criminales golpeadas por los operativos militares en los cercanos Michoacán, Guerrero o el vecino estado de México se refugien en la capital obligó a que el alcalde Miguel Ángel Mancera pidiera, esta semana, que el ejército, la marina y la policía federal refuercen el control de la periferia.

"Estamos interesados en asuntos muy concretos, sobre todo de las áreas limítrofes. Estoy seguro de que van a reforzar la seguridad de la ciudad", dijo Mancera, en alusión a la frontera con el cada vez más inseguro estado de Morelos y el de México, que abraza como una herradura a la capital y es custodiado desde abril por militares ante el fuerte aumento de homicidios y secuestros.

El último episodio impactante en ese estado se produjo anteayer, cuando un enfrentamiento entre militares y presuntos integrantes del cartel de La Familia dejó 22 muertos en el municipio de Tlatlaya, a 240 kilómetros de la capital.

El repunte de la violencia en el estado de México se debe principalmente, según expertos, al "efecto cucaracha" -huida y refugio de miembros de un cartel golpeado a zonas aledañas- desde Michoacán, donde el gobierno lanzó en 2013 un fuerte dispositivo militar por los choques entre el cartel de Los Caballeros Templarios y grupos de milicianos que se levantaron en su contra.

"La cooperación con fuerzas federales es muy importante, sobre todo, porque les están dando golpes muy duros a grupos criminales en Michoacán, Guerrero y Morelos, y la probabilidad de que se trasladen hacia el Distrito Federal o al área periférica para refugiarse es grande", cree Raúl Benítez Manaut, investigador de asuntos de narcotráfico de la pública Universidad Nacional Autónoma de México.

México es cuna de los más importantes carteles de la droga alentado por la vecindad con Estados Unidos, el mayor consumidor mundial. Desde que, en 2006, el ex presidente Felipe Calderón lanzó una fuerte ofensiva militar contra el crimen organizado, se contabilizaron más de 80.000 muertos en el país.

SIN INMUNIDAD

En el nuevo plan de la capital, el intercambio de información y una reunión quincenal con fuerzas federales se sumarán a los 56 controles policiales vigentes en los límites de la ciudad.

En el popular barrio de El Rosario, vecino al estado de México, una decena de policías registran autos, ómnibus y pasajeros; chequean matrículas y persiguen delincuentes cuando se requiere.

Pero la seguridad nunca es perfecta. "Aquí se infiltra mucho la delincuencia. Los de aquí se van para allá [hacia el estado de México] y los de allá se vienen para acá", asegura Jesús Arcos, un vecino de 56 años, mientras observa el operativo policial en este barrio, uno de los más inseguros de la ciudad.

Exenta de violencia de alto impacto, la superpoblada capital mexicana quedó sacudida en mayo de 2013 por el "caso Heaven", el secuestro en un céntrico bar y posterior asesinato de 13 jóvenes. Desde entonces, cada nuevo episodio de violencia pone en alerta a sus habitantes, pese a que las autoridades aseguran que la delincuencia bajó un 25% desde 2012.

"Si consideramos que diariamente hay entre 15 y 20 millones de personas en la ciudad, y que tenemos un promedio de 2,2 homicidios diarios, puedo decir que ésta es una ciudad segura, pero no un oasis", manifestó el secretario de Seguridad Pública de la capital, Jesús Rodríguez Almeida.

UN PROBLEMA DE ENORMES CIFRAS

Más de 80.000 muertos

En enfrentamientos armados internos de los narcos y con las fuerzas de seguridad desde que, en diciembre de 2006, el gobierno militarizó la lucha contra las drogas.

Última frontera

El 90% de las drogas que se consumen en Estados Unidos provienen del territorio mexicano.

Negocio millonario

Los carteles mexicanos obtienen aproximadamente entre 19.000 y 29.000 millones de dólares anuales como producto de la venta de cocaína y otras drogas ilícitas en Estados Unidos..

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