"El consumo de la gente ha bajado. Además nuestros asociados están con serias dificultades con la financiación. Nosotros no podemos financiar las compras de los usuarios de la manera que lo hacen las grandes cadenas", dijo Simons en declaraciones a RADIO CIUDAD.

 

 

"Hoy es imposible financiar compras suntuarias o de alimentos en 12 o 18 cuotas sin intereses como lo están haciendo las grandes cadenas. Si bien tenemos un convenio con el Nuevo Banco del Chaco, no son de fácil acceso ni de fácil cumplimiento", señaló.

 

 

"Al problema de las pymes se le suma la baja del consumo, por la caída del poder adquisitivo del salario, y además porque la gente está cuidando un poco más su dinero. Porque cuando uno no está seguro de la continuidad laboral, o de si va a llegar a fin de mes, empieza a resignar el consumo", observó.

 

 

"Las segundas marcas prácticamente no existen porque el mercado alimenticio está muy monopolizado. La fuerza de la marca, de la publicidad y de las promociones que tienen las empresas mejor posicionadas en el mercado han borrado a las segundas marcas, y las pocas que quedan en el país se prenden del precio de las primeras marcas", explicó.

 

 

"Por ejemplo, una lavandina de marca menos conocida, no de menor calidad, que antes tenía una diferencia de hasta un 25 por ciento en el costo, respecto a las primeras marcas, hoy esa diferencia no supera el 7 por ciento", comparó.

 

 

Respecto a las medidas adoptadas por el gobierno nacional para evitar la suba en el precio de la carne, Simons consideró que "aquí el perjudicado es el productor agropecuario, porque el precio del ganado en pie no se vio reflejado en el precio en el gancho. Y al prohibir la exportación de carnes, al que van a perjudicar es al productor."

 

"Por prohibir la exportación no va a bajar el precio de la carne en gancho. No soy un experto, pero la lógica me dice que todo este tiempo ese tipo de medidas no ha ayudado a bajar el precio de la carne al mostrador", sostuvo.

 

 

"Creo que la gente debería volcarse más a la carne de cerdo, que no ha aumentado, o al pollo, que no está barato pero que tampoco ha aumentado. Creo que la carne va a tener que acomodarse sola al precio", opinó Simons.