Cabe recordar que se hizo notar la ausencia del número telefónico corresponde al Programa de Seguridad Externa de Obras, que es obligatorio y debe colocarse frente a las mismas para que gratuitamente los ciudadanos puedan denunciar anormalidades como por ejemplo que no se exhiba a efectos de que los inspectores se encarguen de intimar, multar o lo que corresponda.

Pero… ¿por qué a nadie se le ocurrió  pensar que  el Arq. Guillermo de Paz sólo estaba tratando de emular al General José de San Martín? Cabe recordar la anécdota del prócer  cuando para comprobar la observancia de sus órdenes, se hizo detener por un centinela de guardia a quien le había impartido la orden de no dejar pasar a nadie al laboratorio del regimiento con botas herradas y espuela. Quizás el incomprendido funcionario de alta gama trataba de comprobar la eficacia del control  que ejerce el Cuerpo de Inspectores. 

En tren de comprobaciones, el blindaje que De Paz le proporcionó al expediente del Obelisco de 40 millones de dólares, quizás  sólo una forma sofisticada para comprobar que el hombre del “impermeable azul” en consecuencia con su postura contraria a las Torres de Pelli, vete la polémica ordenanza votada por 15 concejales en la última reunión plenaria.