El viernes un comunicado de prensa daba cuenta que “por requerimiento del municipio de San Fernando del Valle de Catamarca se firmó un convenio entre “La Estancita S.A” y Vialidad Provincial, representada por su titular, Hugo Solano Naranjo, para pavimentar el barrio. La firma tuvo lugar en la sede de dicha entidad”.

“El municipio está intimando a La Estancita a realizar obras de urbanización en el barrio, por eso este acuerdo nos alegra porque vemos que están cumpliendo”, comentaron desde el área de Obras Públicas del municipio”.

“El objetivo del acuerdo es urbanizar el sector y tienen un plazo de 30 días para comenzar las obras”, aseguraron. Los trabajos tienen un tiempo total de conclusión de obra de 90 días.

Como principal trabajo se procederá a la pavimentación de calles del “Complejo Habitacional barrio La Estancita”.

Las labores totalizarán una superficie aproximada de 24.668m₂ y se extenderán desde el acceso, pasando por las calles designadas como 1;2;3;4;5 y 6. Es decir que el Estado se hará cargo de pavimentar más de 24 kilómetros cuadrados que la empresa “La Estancita S.A” tendría que haber realizada hace tiempo atrás.

Ahora bien, resulta verdaderamente tragicómico que la municipalidad intime a esta empresa a realizar los trabajos cuando en realidad los firmantes por parte de “La Estancita S.A” del acuerdo con Vialidad son bien conocidos por el intendente Jalil, mejor dicho son parte de su familia.

El acuerdo lo rubricaron Javier Jalil, hermano del intendente, un sobrino de éste y Gabriela Capdevila. ¿Quiénes son? Los mismos integrantes de las empresas que en su momento le vendieron al Estado los terrenos para Valle Chico.

Las empresas de este grupo ganaron en su momento la licitación con una oferta de $19.680.000. Ellos eran Yucuco SA (Benjamín Capdevila e hijos); Comercial, Inmobiliaria y Distribuidora El Tala SRL (Javier y Gabriel Jalil); Pablo Acevedo y Antonio Villafáñez.

Mientras tanto “La Estancita”, ubicada en la zona oeste de la Capital sobre la ruta provincial Nº 4, es un emprendimiento de la sociedad Jalil-Capdevila quienes tenían la obligación de pavimentar las calles del nuevo barrio.

Ante las quejas de quienes compraron los terrenos, la comuna se puso “dura” e “intimó” a la empresa a realizar los trabajos. Pero la pantomima quedó al descubierto con la rúbrica de este acuerdo del pasado viernes.

Claro, el intendente Jalil muy molesto “retó” a sus familiares por el incumplimiento y como “castigo” les consiguió que Vialidad les haga el trabajo. Ahora todos los catamarqueños van a aportar para que la empresa “La Estancita S.A” cumpla con el negocio.

Mientras tanto el Grupo Jalil (que está impedido por la Carta Orgánica municipal y la Ley de Contrataciones del Estado) y sus acólitos se deben estar tapando con una sábana la risa que les debe dar la firma de este “costoso” acuerdo. Mientras tanto los vecinos de SFV Catamarca miran atónitos como la avaricia y el accionar inescrupuloso de este personaje y su entorno se llena los bolsillos a costa de la función pública.