Vialidad hizo controles en los transportes que transitaban por rutas cercanas a Pergamino

El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, a través de la Dirección de Vialidad, realizó más de 3.400 controles de carga en rutas que atraviesan diferentes municipios, resultando que 148 camiones estaban en infracción por sobrepeso, es decir un 4 por ciento de los vehículos requisados. 

Estos controles se efectúan en el marco del plan integral de conservación de las carreteras provinciales con el objetivo de evitar roturas en los caminos bonaerenses que tuvieron recientemente trabajos de mantenimiento.

El titular del Ministerio de Infraestructura, Alejandro Arlía, mediante un informe de prensa que llegó al Diario manifestó que “por pedido del gobernador Daniel Scioli se vienen haciendo estos operativos con un enorme esfuerzo para mejorar el tránsito de las rutas provinciales; asimismo cabe señalar que los controles de cargas forman parte de ese plan que es prioridad”, explicó el funcionario provincial al tiempo que agregó que en comparación con los primeros siete meses de 2013, este año aumentaron las inspecciones por lo que las infracciones se redujeron en un tres por ciento, es decir que pasaron de un 7 por ciento el año pasado a un 4 por ciento en estos primeros meses, según Arlía, dando cuenta de la efectividad de la acción de Vialidad. 

 

Para que dure 

Por su parte la administradora de Vialidad, Patricia Tombesi, también aseguró que son más intensivos los controles de cargas en puntos clave de la provincia, en procura de un mejor mantenimiento de la cinta asfáltica. Según la funcionaria los excesos se detectan, en su mayoría, en transportes que llevan piedras, papas, cemento, tierra, escombros, arena y tosca. 

Los operativos se llevan a cabo con la finalidad de abarcar la totalidad de la red vial provincial, mediante puestos de controles fijos y móviles estratégicamente ubicados; afectan a los vehículos de dos a cuatro ejes con el fin de asegurar que la carga esté distribuida en forma adecuada y dentro de los valores permitidos. “En estos operativos se utilizan balanzas de alta tecnología que permiten detectar el sobrepeso de cargas y por ende la aplicación de multas equivalentes al importante daño que provocan”, resaltó la administradora de Vialidad. Alejandro Arlía adelantó también que se trabajará en la instalación de más balanzas de pesaje para cuidar el estado de las rutas que se van arreglando con recursos oficiales. “Producto del exceso de peso, las rutas se vuelven a romper en menos tiempo del que podrían mantenerse con los camiones circulando con el peso que corresponde, estaríamos haciendo una inversión que se pierde”, expresó.

 

Ruta a Rosario

En esta región de la provincia de Buenos Aires hay carreteras que están obsoletas para las exigencias del moderno parque automotor y los cada vez más grandes camiones y colectivos. Incluso, en épocas puntuales del año es común ver enormes maquinarias agrícolas desplazándose por las carreteras, a la par de pequeños vehículos particulares, lo que constituye un enorme peligro. La ruta Nº 32 que vincula Pergamino con Rosario fue repavimentada pocos años atrás, después de numerosos reclamos de la comunidad a raíz de accidentes que se cobraron la vida de muchos convecinos. El Estado bonaerense se tomó un tiempo relativamente extenso para llevar a cabo las obras correspondientes a esta planificación; se fue refaccionando por etapas hasta el límite con el sector concesionado, es decir en la provincia de Santa Fe. 

Pero transitar por allí es hoy tan o más peligroso que antes, debido -entre otros factores- a los hundimientos que han provocado en el pavimento los excesos de peso en las cargas; estas virtuales zanjas, a su vez, se llenan de agua con las lluvias, potenciando los riesgos de accidentes. La ausencia de los controles sobre la carga de los rodados de gran porte y la poca responsabilidad asumida por los transportistas hizo que muchos tramos del camino muestren deterioros que ameritan una nueva intervención, a poco de haberse concluido la obra que renovó por completo la cinta asfáltica. O los materiales que se utilizan en las reparaciones no son buenos, apropiados o el transporte de mercadería debe volver al ferrocarril a partir de cierto peso. Pero una resolución hay que tomar, de lo contrario, reparar las carreteras pasará a ser un cuento de nunca acabar, con el consiguiente derroche de dinero público.

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