Los cambios “sugeridos” por la gente del Tablero de Control impuesto por el PRO nacional, está dando sus frutos. Al enérgico rechazo de la inclusión de Alvarito Fanproyen al área de Cooperativismo por parte del trío Vicente-Baragiola-Blanco, se le ha sumado en los últimos días el avance sobre las “Joyas de la abuela” (léase Obras Sanitarias) donde el Ingeniero Mario Del Olio ha hecho una tarea impecable, convirtiéndose para muchos, en el gran hacedor de la gestión municipal.

¿El Tractor con tumbo bonaerense?

Pero ese trabajo de “El Tractor” Dell Olio habría movido por esas horas a la laboriosa gente del Pro a impulsar a una de las figuras de la Fundación Pensar al cargo de Vicepresidente (hoy acéfalo), hecho que todavía no ha sido definido. Sucede que OSSE (mas allá de la direccionalidad que le imprimen a la Comunicación) es uno de los Entes que tiene “Tablero de Control” propio y no necesita ninguna ayuda externa para funcionar. Y como si esto fuera poco su manejo económico-financiero le permite seguir creciendo en una Comuna que se cae a pedazos.

Radicales con la mira en OSSE

Pero al parecer esto no le preocuparía mucho a “El Tractor”, ya que trascendió que desde la Provincia habrían puestos sus ojos en él, y no sería extraño que en breve se lo pueda llegar a ver en algún importante cargo a nivel bonaerense, donde la voluntariosa Gobernadora, hace agua. Desde el entorno de Dell Olio no niegan ni confirman la especie; sí se apresuran a aclarar que se lo ha visto cansado y hasta desanimado, atento a los pelotazos que tiene que salir a tapar en un área, donde hasta el referí le quiere hacer el gol. Otros recuerdan que ese espacio (Presidencia de OSSE) es un preciado “trofeo” del radicalismo, que hoy, encolumnados tras Vilma y Alejandro, avanzan y van por mas.

Avarito con “roja” directa

El compromiso político de Arroyo Jrs y del propio padre de darle una posibilidad al peronista Alvarito Fanproyen naufragaron ante la férrea oposición de Vicente, Baragiola y Blanco, quienes habrían amenazado con renunciar si lo ubicaban en el área de Cooperativas. Arroyo, quien se jacta de no arriar bandera alguna, no le habría quedado otra que “poner la marcha atrás”, y volver a la soledad de su despacho para seguir analizando y proyectando el desembarco de su particular guerra… Claro está que va perdiendo varias batallas, y atento a lo visto son sus propios “generales” los que le manejan las decisiones por dónde y cómo atacar.