Sólo el 3% de la basura electrónica se recicla

Sólo el 3% de la basura electrónica se recicla

Para una ONG, Neuquén está lejos de la media nacional.

En la era de las comunicaciones y la tecnología, donde todo lo que es novedoso queda obsoleto en poco tiempo, los residuos electrónicos se convirtieron en un problema para el medioambiente, porque son pocas las opciones que hay para su disposición final y son muchos los kilos de basura que se generan mensualmente.

En este contexto, y desde hace varios años, la organización no gubernamental Asociación de Microemprendedores Patagónicos (AMEP), que hoy funciona en Senillosa, se dedica a reciclar, poner otra vez en funcionamiento o reutilizar los residuos RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos). El organismo afirma que Neuquén, con un 3%, está debajo de la media nacional, de un 7%.

Con el paso del tiempo esta asociación cobró notoriedad y hoy con su tarea son referentes en esta materia.

Rubén Darío Garbe, tesorero de la organización, contó que reciclan 30 computadoras por mes de unas cien que reciben mensualmente. “Somos una organización y tenemos una escuela de capacitación donde concurren chicos de la localidad”, explicó.

Los jóvenes aprenden con lo que otros decidieron descartar o dejó de funcionar o porque el protocolo empresarial obligó a dejar de usar viejas máquinas. No sólo aprenden a arreglar computadoras, sino también impresoras, monitores, heladeras, rellenar cartuchos de tinta, y un montón de cosas que llegan a esta organización.

“Somos el único centro de reciclado de residuos electrónicos de toda la provincia por este motivo tenemos algunas estadísticas y podemos decir que en Neuquén se recupera muy poco. Tenemos un recupero del tres por ciento, muy por debajo de la media del país que está en un siete por ciento”, detalló Garbe, aunque advirtió que trabajan en forma precaria y que no tienen en un lugar fijo para realizar las actividades, pero aspiran a tener en algún futuro un gran centro de reciclado de residuos RAEE.

De las 30 computadoras por mes que arreglan, un porcentaje lo donan, otro porcentaje se vende para mantener la asociación. También hacen subastas donde la gente paga lo que cree que vale el objeto: por un monitor viejo pueden pagarse  200 pesos. “Nosotros no ponemos el precio, lo ponen ellos de acuerdo con lo que tengan en el bolsillo”.

La escuela también aprovecha

Materiales de toda la provincia que quedaron en desuso llegan a Senillosa para ser reciclados. Si no pueden volver a tener su uso original, se les da otro destino: “Por ejemplo, los monitores viejos se los damos en parte a un señor que les saca el plomo, y la carcasa se la damos a una chica que arma cuchas para perros”, ejemplificó Garbe.

Otras veces es imposible volver a darles su uso original, y así lo transforman en materia prima para el sector educativo: “También entregamos muchas cosas a la EPET 18, después ellos las usan en sus talleres para realizar otras máquinas”, detalló.

En varias oportunidades reciben materiales que no tienen que ver con la tecnología: “Cuando nos traen sillas, mesas, bandejas, las reparamos y las donamos a quienes las necesiten. Hospitales, escuelas, iglesias”, relató.

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