El sistema de residencias médicas, en crisis

El sistema de residencias médicas, en crisis
En 2013 quedaron 14 vacantes en Neuquén. Muchos profesionales renuncian antes de finalizar el curso de postgrado. La situación se acentuó en la última década en todo el país.

A pesar de la creación de nuevas especialidades como Infectología y Emergentología, el sistema de residencias en Neuquén no puede cubrir todas sus postulaciones. Este año la Provincia ofreció 57 cupos de 18 especialidades donde ingresaron 43 profesionales a realizar sus estudios de postgrado y quedaron 14 vacantes. Así se desprende de un informe elaborado por el departamento de Residencias de la Subsecretaría de Salud de la Provincia.

Se trata de una situación que mantiene alerta tanto a autoridades provinciales como nacionales dado que el fenómeno se replica cada año en todo el país y pone en jaque a un sistema de formación considerado “como el mejor” entre los especialistas en la materia.

“Es un tema complicado. Hay un déficit tremendo en postulantes. Me acuerdo que para medicina general en 2002 eran 400 personas, ahora quedaron cargos vacantes”, dijo Alejandro Ramella, coordinador del Centro de Docencia y Residencias en el hospital Castro Rendón.

De los 43 nuevos residentes del Sistema Público de Salud, 11 son egresados de la Universidad Nacional de Comahue. El resto de los médicos provienen, en mayor medida, de la Universidad Nacional del Litoral y de la Universidad de Buenos Aires.

“Persiste la declinación de interesados en la formación a través de residencias que los convertirían en especialistas. Las especialidades con menos interesados que cupos fueron Pediatría, Medicina General, Terapia Intensiva de Adultos y Terapia Infantil”, añadió.

Para revertir esta situación, desde Nación están trabajando en conjunto con autoridades provinciales y universidades en lo que se denomina Marco de Referencia de cada especialidad para analizar cómo debería ser el trabajo ideal a nivel residencia. “Se ven horas de trabajo, años de residencia, tareas específicas de cada residencia. Todo para mejorar la calidad de vida del medico residente y posterior médico de planta”, dijo Ramella.

Razones

Especialistas en la materia coinciden en que no existe una sola razón que pueda determinar la caída en las postulaciones, aunque sí varios factores que pueden contribuir a que cada año menos médicos quieran especializarse.

Un aspecto puede ser la exigencia de la residencia en hospitales públicos. Son en general tres años con carga horaria semanal de 80 horas, y de acuerdo a la especialidad dos o tres guardias.

“Se sabe que hay guardias de 24 horas donde parece que el médico no puede dormir ni comer. Pero esto no puede ser así porque el médico tiene sus límites y tiempos. Además la mejor atención se da cuando el médico está apto para atender”, contó Ramella.

A esto se agrega que una vez terminada la residencia el profesional, por una norma provincial, tiene que trabajar dos años en el sistema público. El objetivo es nutrir de profesionales a la provincia y al mismo tiempo ofrecerle una salida laboral a la persona. Aunque algunos residentes no piensan lo mismo ya que muchos renuncian un semestre antes de finalizar sus estudios y prácticas.

“Poco tiempo antes de terminar la residencia se ven renuncias para no entrar en ese régimen de devolución. Después ve como termina la residencia en otro lado”, dijo el coordinador de residentes.

Falta de regulación

Otro factor que también perjudica las postulaciones es que no existe una regulación en cuanto a capacitaciones. Un médico puede salir de una facultad e ingresar a una empresa privada. Un tiempo después puede resolver hacer un curso de postgrado virtual o semipresencial para obtener su especialidad.

“Mientras tanto el médico hizo plata de forma fácil y tiene un título de especialista cuando todos sabemos que la calidad del médico que sale de una residencia es muy superior a la de un médico que hace un postgrado semipresencial”, afirmó Ramella.

Otro indicador, según el coordinador, puede estar dado por un cambio generacional donde primaría “lo fácil y redituable”. En este sentido, puso el ejemplo de médicos que terminan sus estudios y entran en una petrolera con salarios altos, sin hacer guardias, con tiempo libre para su vida personal. “En cambio , el residente trabaja todos los días con una remuneración menor a la que da una petrolera”.

Calidad del paciente

Asimismo, si continúa la tendencia donde cada vez menos médicos eligen el tradicional sistema de residencias, es una situación que a largo plazo podría impactar negativamente en la calidad de los profesionales.

“Se puede resentir la calidad del médico. De hecho está pasando. Ya vemos que viene gente al hospital y que está mal atendida. Uno se da cuenta de eso. El déficit de calidad de atención a 20 años puede pasar si todo el mundo deja de hacer residencias. Es difícil saberlo pero si esto sigue así, y avanza la oferta de cursos virtuales de postgrado o semipresenciales podría pasar”, concluyó Ramella.

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