"Ante el inmenso dolor de la tragedia del 2 de abril, dedico mis más profundas condolencias a quienes sufrieron la irreparable pérdida de un ser querido", manifestó el gobernador a un año de la inundación del 2 de abril en nuestra ciudad.

No hay esfuerzo que logre reparar el sufrimiento padecido por las víctimas de la inundación. Reconozcamos, sin embargo, la labor durante aquellos días de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, de las organizaciones de voluntarios y muy especialmente de los jóvenes, que trabajaron sin descanso por asistir a quienes lo necesitaban.

"La ayuda popular proveniente de todos los rincones de la Argentina nos mostró, una vez más, la grandeza y el heroísmo de nuestro pueblo puestos a prueba en los momentos más difíciles", sostuvo el mandatario sobre la fuerte solidaridad leugo de la catástrofe.