Un respiro para el planeta: la cuarentena global redujo emisiones de CO2 hasta un 17%

Un respiro para el planeta: la cuarentena global redujo emisiones de CO2 hasta un 17%

Así lo informó un estudio científico basado en las mediciones de abril. La disminución de CO2 sera de 7% anual si las reglas más estrictas de confinamiento se mantienen en gran parte del mundo.

Las cuarentenas totales o sectorizadas a las que se sometieron unos 180 países del mundo redujeron las emisiones diarias de dióxido de carbono por 17% durante el mes de abril, según reveló un estudio científico. Con millones de automóviles, aeronaves y trenes paralizados y miles de fábricas cerradas en todo el planeta, los confinamientos dieron una tregua al aire que respiramos, según los resultados mostrados en la revista científica Nature Climate Change.

“Las políticas gubernamentales durante la pandemia de COVID-19 alteraron drásticamente los patrones de demanda de energía en todo el mundo. Muchas fronteras internacionales se cerraron y las poblaciones se limitaron a sus hogares, lo que redujo el transporte y cambió los patrones de consumo”, dice el estudio, que sostiene que “las acciones de los gobiernos y los incentivos económicos posteriores a la crisis probablemente influirán en la trayectoria global de emisiones de CO2 durante décadas”.

Según el informe, EEUU redujo sus emisiones en una tercera parte mientras China, el mayor emisor de carbono del mundo, las redujo por casi una cuarta parte en febrero. Entre tanto, India y Europa redujeron sus emisiones por 26% y 27%, respectivamente. La mayor caída global fue del 4 al 9 de abril, cuando el mundo emitió diariamente 17 millones de toneladas métricas de CO2 menos que lo que estaba haciendo en Año Nuevo. Al último día del mes, los niveles mundiales de dióxido de carbono subieron por 3 millones de toneladas métricas al día respecto a su punto más bajo previamente en el mes.

 

Puntos principales de la investigación:

El impacto en las emisiones anuales de 2020 depende de la duración del confinamiento, será baja de (4%) si las condiciones prepandémicas regresan a mediados de junio.El impacto en las emisiones anuales de 2020 será alta (7%) si algunas restricciones permanecen en todo el mundo hasta finales de 2020".Durante la fase de confinamiento temprana alrededor del Año Nuevo chino en China (a partir del 25 de enero de 2020), alrededor del 30% de las emisiones globales se produjeron en áreas bajo cierto confinamientoLas emisiones aumentaron al 70% a fines de febrero, y más del 85% a mediados de marzo, cuando comenzó el confinamiento en Europa, India y Estados Unidos, mientras China relajaba el confinamiento.En el apogeo de la pandemia, a principios de abril, el 89% de las emisiones globales se encontraban en áreas bajo cierto confinamiento, dice el informe. 

La cuarentena global, que confinó en sus hogares a unos 3.000 millones de seres humanos condujo “a cambios drásticos en el uso de energía, con impactos esperados en las emisiones de CO2”, asegura el informe. Sin embargo, tras la apertura de las actividades ese breve respiro constituye “una gota en el océano” con respecto al enorme impacto de la actividad humana en el medio ambiente, afirmó la autora principal del estudio, Corinne LeQuere, climatóloga de la Universidad de East Anglia. “Es como tener una bañera llena de agua y cerrar el grifo por 10 segundos”, comparó.

Con la ralentización de la actividad durante la letal pandemia del coronavirus, los niveles de contaminación terminarán entre 4% y 7% más bajos que los niveles del 2019, lo que significaría la mayor caída en las emisiones de carbono desde la Segunda Guerra Mundial. Según la investigación, la reducción de la contaminación será de 7% si los 185 países afectados por la pandemia de Covid-19 mantienen sus confinamientos más estrictas durante, y serán de 4% si son levantadas pronto.

 

El impacto en las emisiones anuales de 2020 depende de la duración del confinamiento, será baja de (4%) si las condiciones prepandémicas regresan a mediados de junio.

“Los cambios en las emisiones se deben completamente a una reducción forzada en la demanda de energía”, explicaron los autores del informe. “Aunque en este caso la interrupción de la demanda no fue intencional ni bienvenida, el efecto proporciona una indicación cuantitativa de los límites potenciales que las medidas extremas podrían ofrecer con la combinación energética actual (por ejemplo, una mayor tasa de trabajo en el hogar o la reducción del consumo)”. “En la actualidad, no está claro qué tan larga y profunda será la crisis, y cómo se verá el camino de recuperación y, por lo tanto, cómo se verán afectadas las emisiones de CO2”, explicaron.

Los autores del estudio dicen que el resultado de su investigación revela “cuán sensibles pueden ser las emisiones del sector del transporte de superficie a los cambios de política y los cambios económicos”. “El transporte terrestre representa casi la mitad de la disminución de las emisiones durante el confinamiento, y el viaje activo (caminar y andar en bicicleta, incluidas las bicicletas eléctricas) tiene atributos de distanciamiento social que probablemente sean deseables por algún tiempo y podrían ayudar a reducir el CO 2emisiones y contaminación del aire a medida que se facilita el confinamiento”, explican.

Durante la fase de confinamiento temprana alrededor del Año Nuevo chino en China (a partir del 25 de enero de 2020), alrededor del 30% de las emisiones globales se produjeron en áreas bajo cierto confinamiento.

China vuelve atrás

 

En China, país que llegó a poner a decenas de millones de personas en confinamiento, "los niveles de contaminantes del aire se desplomaron durante el cierre nacional en febrero, tocaron fondo a principios de marzo y ahora superaron sus niveles previos a la crisis", dijo el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) con sede en Finlandiaen un estudio publicado esta semana. Si bien la organización dijo que se esperaba el regreso de algo de contaminación, "lo que no es obvio es si la contaminación del aire sobrepasará los niveles previos a la crisis, especialmente cuando muchos sectores económicos todavía están tambaleándose. Tal sobrecarga significaría una recuperación 'sucia' en la que el sectores más altamente contaminantes están liderando".

Las recuperaciones económicas de China de desastres anteriores, como el brote del virus SARS (2003-2004) se asocian con aumentos repentinos en la contaminación del aire y las emisiones de CO2. "Es comprensible que las empresas a gran escala en la construcción y la fabricación estén desesperadas por reanudar la producción, ya que se insta a la recuperación económica. Aunque el riesgo que representa para el medio ambiente no debe pasarse por alto y se requiere una supervisión estricta", dijo Ma Jun, fundador del Instituto de Asuntos Públicos y Ambientales (IPE) de China, a la CBS News.

Del mismo modo, Ma dijo que existe una preocupación real de que el "repunte sucio" de China se convierta en una tendencia mundial. "Los niveles de contaminantes atmosféricos en recuperación son una demostración de la importancia de priorizar la economía verde y la energía limpia en la recuperación de la crisis de COVID-19", advierte el CREA. "Todos los ojos están puestos en China, como la primera gran economía en volver a trabajar después de un confinamiento".

 

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