Renunció con duras críticas el director del zoológico porteño

Renunció con duras críticas el director del zoológico porteño
El ambientalista Claudio Bertonatti dimitió a su cargo y dio a conocer un comunicado en el que asegura que no pudo desarrollar el plan

de modernización del parque para el que había sido contratado.

El ambientalista Claudio Bertonatti anunció su renuncia al cargo de director del zoológico por diferencias con la empresa concesionaria. Lo hizo a través de un comunicado en el que aclara que su decisión está fundada en la imposibilidad de desarrollar el plan para la modernización del zoo para lo cual fue designado. Los responsables del parque todavía no se pronunciaron.

El escrito firmado por el también ex director de la revista Vida Silvestre fue rápidamente replicado en las redes sociales luego de su publicación, con fecha 3 de abril. Allí anuncia la renuncia y argumenta que "miembros del directorio de la empresa concesionaria me comunicaron que la situación económica no les permite desarrollar la propuesta técnica o el 'Plan para renovar la visión, misión, compromisos y objetivos del Zoológico de Buenos Aires en el período 2012-2017'". Además, cuenta que Zoo de Buenos Aires SA le manifestó la necesidad de que uno de los socios de la empresa asuma el liderazgo de la institución y que él pasaría a aspectos de conservación, bienestar animal y educación. "Este, claramente, no fue el plan para el que fui convocado", resumió.

"Renuncié, entonces, porque ya no tengo la convicción de que sea posible seguir transformando el viejo zoológico de Buenos Aires en un moderno centro de educación ambiental y de conservación de la fauna", expresó y comparó su situación con la del primer director del paseo: "Eduardo Ladislao Holmberg terminó exonerado (desde luego, fraudulentamente). Hubiera sido injusto que me fuera mejor. Él, al menos, pudo terminar gran parte de su obra (la mayoría de los edificios monumentales que hoy vemos sobre un parque con criterios de avanzada para el siglo XIX y muchos otros logros). En mi caso, me voy con la amargura de apenas ver la tarea empezada. Sin embargo, confío en que otros –-en mejores condiciones– puedan concluirla."

Bertonatti, quien también fue director de la Reserva Ecológica Costanera Sur, es un personaje dedicado desde joven a la conservación de especies. Como tal, lo atraviesa un karma personal: lo más cerca que estuvo de un yaguareté fue por una huella estampada, casi a modo de burla, al lado de su carpa en medio de la selva. Asumió el 16 de enero al frente del zoo porteño y a las pocas semanas había divisado 50 especies de aves que sobrevolaban diariamente el predio.

En el comunicado afirmó que "quedan en la institución personas de valores, formadas y comprometidas con un buen zoológico. Son su 'reserva', pero se trata de una minoría amenazada, porque el fin de lucro y la política no suelen compartir sus mismos valores. La centenaria historia de este zoológico ha demostrado más capacidad para expulsarlas que para retenerlas. Pero se está a tiempo de darles cabida retomando la transformación del zoológico. Además, su suerte no está disociada de la del Gobierno de la Ciudad."

El "Plan para renovar la visión, misión, compromisos y objetivos del Zoológico de Buenos Aires en el período 2012-2017" es un documento con muchas páginas que explica los objetivos que pretendía alcanzar la dirección del paseo.

"Un Zoo sin rejas para educar con los animales y conservar con las personas" es el slogan del proyecto que buscaba "apoyar la conservación y supervivencia de las especies, promover los intereses de la conservación de la fauna, la biodiversidad y el bienestar de los animales, cooperar con la amplia comunidad de conservación, cooperar con los gobiernos y otros organismos apropiados para mejorar los estándares de bienestar animal y asegurar el bienestar de todos los animales bajo nuestro cuidado, fomentar la investigación y la difusión de los logros y resultados y promover programas de educación pública y actividades recreativas culturales de zoos y acuarios".

La misión del proyecto es "convertir al Zoológico de Buenos Aires en un centro de educación ambiental y de conservación de especies" desde la "oportunidad educativa que ofrece el encuentro directo del visitante con los animales silvestres del zoológico y a través de programas, proyectos y acciones concretas de conservación y de investigación (con énfasis en la fauna argentina)".

Parte importante del programa es el Laboratorio de Biotecnología Reproductiva para la Conservación de Fauna Silvestre, una suerte de banco genético de especies animales orientado a asistir a la conservación y reproducción de la fauna silvestre.

El banco de datos genéticos funciona desde 1993 y está dedicado a la conservación de biomateriales, como espermatozoides, tejidos, células somáticas, pelos y productos sanguíneos. Actualmente, almacena más de 5 mil dosis, pertenecientes a más de 300 ejemplares que representan a 69 especies. «

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