Tras el desborde cloacal producido en la noche del viernes en la calle Belgrano, entre Bustamante y Gorriti, durante el copioso temporal, en la mañana de ayer operarios de Agua Potable y Saneamiento trabajaron en la esquina de Belgrano y Argañaraz con un camión para lograr su desobstrucción, mientras un equipo de Limsa realizó trabajos de limpieza a fin de evitar la reiteración de accidentes entre los transeúntes.

El incidente contaminó con materia fecal dos cuadras céntricas, dejando la zona con un nauseabundo olor que hasta ayer persistía. El incidente contaminó con materia fecal dos cuadras céntricas, dejando la zona con un nauseabundo olor que hasta ayer persistía.

Al respecto, Agua Potable y Saneamiento informó a través de un comunicado de prensa que en la mañana de ayer se realizaron trabajos de mantenimiento en la red cloacal sobre calle Belgrano, entre Bustamante y Gorriti. Explicaron que se trata de una tarea paliativa que evitará las futuras obstrucciones en los distintos domicilios sobre calle Belgrano.

El presidente del organismo, Víctor Galarza, explicó que "está trabajando un equipo en las reparaciones. La infraestructura es antigua, los caños tanto de agua como cloacales tienen la edad de la ciudad, se revienta en un lado y luego en otro porque en 40 ó 50 años no se ha cambiado nada". Sin embargo resaltó que con las obras que se están realizando en el casco histórico, en las calles que rodean la plaza Belgrano, se están cambiando los caños. Igualmente estimó que se necesitaría agrandar el diámetro de las cañerías.

En materia de inversión para la zona, Galarza explicó que es improbable debido a que la empresa de agua tiene un déficit de 6 millones de pesos mensuales, con lo cual estimó que desde la provincia no serían posibles inversiones.

No obstante, explicó que existen pendientes 40 proyectos de inversión que esperan financiamiento para obras de recambio, pozos, cañerías y demás, para toda la provincia. Es que aclaró que el problema en torno a las cloacas está centrado en la zona denominada Ramal, en especial Ledesma y San Pedro. Además estimó que la falta de inversión es de alrededor de tres lustros y prueba de ellos es que los camiones para desobstruir cañerías son de la década del "70.

Por otro lado, enfatizó en que los problemas en las cañerías se dan, además de su antigüedad, por falta de conciencia en el uso. Es que aseguró que en los reiterados trabajos para desobstruirlas se han encontrado trapos, pañales, grasa, piedras, hormigón y otros. Galarza aseguró que habría cierta responsabilidad de un restaurante de oficiales de policía, y de una clínica ubicada en esa calle central, por la grasa y residuos sanitarios, respectivamente.