Las raíces de la pobreza en Mendoza: desempleo e indiferencia

Las raíces de la pobreza en Mendoza: desempleo e indiferencia

Especialistas locales señalaron la falta de trabajo como uno de los factores más preocupantes en la condición económica de los mendocinos carenciados.

Luego de que el INDEC diera a conocer que la pobreza alcanza a 32,2 por ciento de la población argentina, diversos representantes de organismos relacionados con esta problemática en Mendoza señalaron que no se trata de ninguna sorpresa: ven casos día a día, producto principalmente de la falta de oportunidades laborales o condiciones precarias de empleo.

En palabras de la subsecretaria de Desarrollo Social del Gobierno provincial, Marcela Fernández, se trata de "los nuevos pobres que hoy no tienen cómo salir adelante", producto de la falta de un esquema estable de trabajo. Para la funcionaria, esa carencia "se profundizó en los últimos años y ahora se agrava con el cierre de algunas empresas".

 

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Si bien Fernández enfatizó que las variables de la pobreza son muchas, también indicó que el desempleo es uno de los más fuertes. "La situación social es realmente apremiante, el Estado no da a basto", aseguró, poniendo como ejemplo la existencia de unas 500 personas en situación de calle, de entre las cuales hay quienes rechazan la asistencia.

Para la concejala Karina Ferraris, coordinadora del Índice Barrial de Precios, señaló que los datos del INDEC coinciden con lo analizado en la provincia. "Esto es sólo un sinceramiento de la realidad", mencionó.

Ferraris señaló que la responsabilidad es compartida: por un lado, la tarea del Estado, y por el otro la del sector privado. "Ambos tienen que ir en pos de la generación de empleo de buena calidad. Es imposible desarmar esos núcleos de pobreza si no se avanza en la incorporación de la población en el trabajo", sentenció.

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Respecto a la tarea del Estado frente a la pobreza, la subsecretaria de Desarrollo Social indicó que una de las medidas más importantes ha sido georeferenciar las necesidades de las distintas poblaciones para diseñar soluciones concretas en cada zona. "En Guaymallén, por ejemplo, descentralizamos fondos para que un equipo pueda otorgar apoyo técnico a microemprendimientos, generando una herramienta de trabajo que perdura", relató.

Frente a la "situación crítica" de las carencias en los distintos sectores de la población, Fernández destacó que el camino a seguir incluye la colaboración de las organizaciones que también enfrentan la problemática.

A su turno, el presidente de Cáritas Mendoza, David Masman, añadió que los pobres tienen cada vez más requerimientos. "La pobreza ha ido creciendo, se palpa ese panorama, pero no es sólo una cuestión material, sino también moral y espiritual", sostuvo.

Esas carencias, según Masman, son las que ponen en relieve situaciones diarias de violencia, como los últimos tres casos de femicidios que conmocionaron a la sociedad mendocina. Sin embargo, para el presidente de Cáritas, esa misma sociedad también es parte del problema.

"Hay una falta de respeto, porque somos todos responsables: es responsabilidad de todos que exista gente en situación de calle, de pobreza", apuntó.

Masman destacó que la población carenciada tiene también falta de atención en la salud, la seguridad, "en las necesidades básicas y esenciales de todo aspecto". A modo de ejemplo, describió uno de los tantos panoramas que pueden apreciarse en la provincia: gente que se tapa con nylon, en medio de niños descalzos, que todas las noches duermen en el piso.

"Estamos hablando de Mendoza, de lugares que quedan al alcance de todos", denunció Masman, un reclamo similar al que realizó la directora de un jardín maternal en El Borbollón cuando a principios de septiembre fallecieron tres bebés en menos de treinta días, producto de la vulnrabilidad que se vive en la zona.

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Según lo señaló el sociólogo Javier Elizondo, tanto la falta de trabajo como la estigmatización forman una combinación que impide la erradicación del flagelo. "No hay sociedades industrializadas y desarrolladas con grandes porcentajes de pobreza, eso no existe", puntualizó.

Los factores que impactan de manera negativa y puntual en Mendoza están relacionados con su actividad económica, de acuerdo con Elizondo: el cierre de grandes empresas, como la ex Canale o Alco; las plagas que complican las exportaciones; las inclemencias climáticas que afectan la producción incluso hasta el 2017, entre otras.

"En hotelería también se está sintiendo 'el bajón'. Todos aquellos servicios terciarizados y relacionados con el turismo o el cultivo se ven resentidos, están sufriendo mucho", explicó. Esto a su vez va generando una menor cantidad de ingreso y un aumento de la precarización laboral en los casos de quienes dependen, a su vez, de los ingresos de otras personas.

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Este panorama se traslada, como un efecto dominó, hacia los demás rubros. "La disminución de los ingresos, sumado al aumento de las tarifas, restringen el consumo: el ciudadano define a la comida como su prioridad y va sacando aquellos gastos que no son indispensables", explicó el sociólogo.

En el caso de las personas que dependen de estas industrias que se ven afectadas, la situación empeora, porque si no se las emplea no pueden cubrir sus necesidades mes a mes.

Junto a esto, Elizondo añadió al "combo desfavorable para Mendoza", la reacudadión. El profesional señaló que la recaudación, basado en los datos de los últimos meses de la ATM, tuvo un crecimiento por debajo de la inflación. "Esto da a pauta de la economía en general: o se está resintiendo la actividad, o hay una mayor evasión tributaria".

Elizondo también cargó contra la estigmatización que sufre la gente bajo la línea de pobreza. "La crítica a los subsidios, como la Asignación Universal por Hijo, va generando una falta de solidaridad que después se ve reflejada en otras áreas, como la justicia", añadió, haciendo referencia al caso de Ayelén, quien denunció a su padre por abuso y luego murió a manos del mismo.

"La falta de solidaridad se va reflejando en las actitudes frente a la pobreza y eso se termina extendiendo a las distintas ramas del Estado", finalizó el sociólogo.

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