Una decisión y una clave. La decisión, la continuidad de General Pueyrredon en Fase 4, de acuerdo a la resolución dada a conocer esta madrugada por el gobierno de la provincia de Buenos Aires. La clave, la vinculación de casi la totalidad de casos a instituciones de la salud, las cuales estarían igualmente abiertas con la implementación de mayores restricciones

Ese segundo argumento fue el que el gobierno municipal, con el intendente Guillermo Montenegro a la cabeza, se encargó de visibilizar de cara a la decisión clave que ayer recayó en el jefe de Gabinete, Carlos Bianco. Finalmente, mediante la Resolución 1430 publicada hoy en el Boletín Oficial, General Pueyrredon seguirá dentro del grupo de municipios con mayores actividades habilitadas en comparación con el área metropolitina, aunque aún lejos del selecto grupo en Fase 5.

La posibilidad de un retroceso a Fase 3 estuvo más latente que nunca en las últimas horas. La evaluación tuvo condimentos sanitarios, pero también políticos, en el marco de restricciones que ya se extendieron por más de cuatro meses y con sectores económicos que comenzaron a generar sus primeros ingresos que, aseguran, nuevas prohibiciones hubieran significado un norte mortal para muchos comerciantes.

En lo sanitario, General Pueyrredon atravesó en la previa de la resolución su peor semana con la sumatoria de 344 casos en los últimos 7 días, un 42% de los 601 que acumula desde el primer positivo detectado el 12 de marzo. El mes de julio aún evidenciaba números más preocupantes: con 552 positivos, en el actual mes se constataron el 92% de la totalidad de casos.

De acuerdo a los parámetros de Provincia, en Fase 3 se ubican aquellos distritos donde “se haya producido un brote o un aumento significativo y repentino de casos Covid-19, cuando a partir de la identificación de los primeros casos autóctonos, se observe un incremento en la velocidad de transmisión medida en términos de tiempo de duplicación o la ocurrencia de casos autóctonos en donde se verifique que la cadena de trasmisión se corresponde con un escenario de transmisión comunitaria”.

“Hay circulación del virus en Mar del Plata”, dijo Montenegro en la semana durante una conferencia de prensa. Si bien marcó diferencias con la “transmisión comunitaria”, la declaración hizo pública la preocupación por el aumento en el Centro de Monitoreo.

La clave, insisten aún desde el Municipio, es que en la mayoría de los casos en Mar del Plata se puede determinar el nexo epidemiológico de los contagios, vinculados al hospital Houssay, el hogar Namasté, la pesquera ilegal y en la Clínica Psicopatología del Mar. Esos cuatro nombres -más allá de la situación clandestina de la pesquera- evidencian un segundo compotente más determinante aún: todos esos establecimientos estarían habilitados a funcionar incluso en Fase 3, por lo que los contagios se hubieran producido igual.