Hay una vida detrás de la función pública. Los jefes comunales lo saben, y la gran mayoría trae en su bagaje profesiones que dejaron de lado para encargarse de la administración de sus distritos.

Dentro de los 135 mandatarios de las comunas bonaerenses predominan los abogados: en total suman 33. Licenciados de distintas carreras (13) e ingenieros (11) completan el podio de las profesiones que más eligieron quienes hoy se dedican a la política local.

Hay paridad entre comerciantes, contadores y docentes: ocho en cada una de esas especialidades. Luego siguen los profesionales de salud, que son siete, con una gran mayoría de ellos que sigue ejerciendo en paralelo a su vida política.

En total suman 18 los alcaldes que no cuentan con un título universitario o terciario y que durante toda su vida realizaron trabajos de oficio.

Veterinarios (4), agrimensores (3), productores agropecuarios (3) y periodistas (3) continúan en la lista decreciente. Y son seguidos de cerca por los empresarios y por aquellos que han sido empleados: dos por lado.

Por último están las profesiones que cuentan con un solo representante. Ellas son: escribano, policía retirado, geógrafo, actuario, maestro mayor de obras, productor de seguros, trabajador rural, despachante de aduanas, administradora agrícola, técnico mecánico, y hasta un técnico de fútbol y un corredor de autos.