POR PRIMERA VEZ EN LA DEMOCRACIA PROCESARON A UN POLICÍA POR TORTURAS

A 29 años de Democracia, procesaron a un policía por el delito de torturas. El procesamiento se dictó en contra del cabo Pablo Lino Sayago, quien solía cumplir funciones en el Destacamento de Villa Güemes en enero del año pasado cuando en el sector de calabozos se encontraba alojado Miguel Angel Gómez, un joven que había sido detenido por un supuesto robo.

En el fallo, y a instancia de un pedido del fiscal de Asuntos Penitenciario y Policiales, Gustavo Vilar Rey, el juez penal de Tartagal, Fernando Mariscal, decidió procesar a Sayago por el delito de torturas, una clase delictual propia de las atrocidades cometidas durante la última dictadura militar.

Sayago, según la resolución judicial, fue procesado por "picanear" con una linterna con descarga eléctrica a Gómez, quien cansado de las torturas a la que era sometido lo denunció el 1 de febrero del año pasado ante el fiscal Vilar Rey.

El fallo, al que tuvo acceso este medio, relata la denuncia hecha por Gómez, quien indicó que el cabo Sayago solía visitar el sector de las celdas pese a no ser esa su área de trabajo, pero que lo hacía con el único fin de aplicarle una descarga eléctrica, sin importarle si tenía una remera puesta o no. Para el juez quedó probado que Sayago aplicaba ese tipo de lesiones a Gómez, quien al momento de la denuncia presentaba dos hematomas en uno de sus hombros, los que coincidían con la medida de los bornes que tenía la linterna secuestrada dentro del bolso del cabo.

En sus distintas declaraciones, el denunciante y sus compañeros de celdas confirmaron las agresiones del policía a la víctima. "Cada vez que entraba Sayago se acercaba y nos decía: ¿Quieren ver la luz?, tras lo cual le asentaba la linterna a Gómez", relataron los reclusos.

Por otra parte los internos coincidieron en señalar que el cabo siempre se la agarraba con Gómez y que le aplicaba la "picana" a veces de día o de noche. "Si vos le demostrar debilidad se la agarran con vos", explicó uno de los presos.

Gómez, en tanto, aseguró que desde que llegó al destacamento de Villa Güemes, Sayago comenzó a torturarlo. "El -por el cabo- me tiene bronca de antes porque tengo muchas causas, no se por qué tiene la bronca conmigo si yo me llevo bien con el resto de los oficiales", contó el denunciante. "Yo le decía que no me haga eso, pero siempre que aparecía se la agarraba conmigo.

Cuando se me acercaba con la linterna decía: `ahora vamos a recuperar algunas cosas´", relató el denunciante ante el juez. Sobre las lesiones, Gómez explicó que cada vez le asentaba la linterna sentía como la corriente le recorría el cuerpo, era como agarrar los cables pelados. "A veces me asentaba apenitas y otras veces la mantenía por más tiempo", agregó.

Coincidencias y descargo

Tras la denuncia de Gómez, el fiscal Vilar Rey activo la investigación que como segundo pasó tuvo el allanamiento en el destacamento y el secuestro de la "picana", la que encontraron dentro del bolso de Sayago. Al extraerla, los funcionarios judiciales descubrieron que coincidía con los detalles aportados no sólo por el denunciante sino por los otros presos que fueron testigos de las torturas aplicadas por el policía.

Al momento de responder sobre las acusaciones, Sayago contó que había encontrado la linterna en un colectivo y que la arreglo porque la policía no le aportaba los elementos de trabajo, pero si se los exigía y por eso decidió quedarse con ese aparato.

Respecto a las torturas, el cabo las negó rotundamente y aseguró que su lugar de trabajo era en las oficinas y que no era costumbre ir al sector de calabozos, aunque si reveló que en ese lugar no había luz y que para atender las necesidades de los presos durante la noche había que ir con una linterna.

Sobre cómo es que los presos describieron su linterna, Sayago dijo que en la dependencia todos sabían que la linterna estaba en el bolso y, aunque no acusó a nadie, dejó entrever que pudo haber sido algunos de sus compañeros. Asimismo sostuvo que los presos siempre los denuncian y que en su caso con mayor razón, puesto que estaba a cargo de la tramitación de los sumarios.

Calificación penal

A medida que corría el proceso judicial, y en vista de que los elementos probatorios eran contundentes en contra de Sayago, el fiscal Vilar Rey solicitó al juez el cambio de calificación por el delito de torturas, puesto que estaba probado que el acusado había reducido a Gómez a una cosa despreciando su valor como ser humano.

"Resulta suficientemente probado que el cabo Sayago atormentó a Gómez mientras duró la detención del mismo en la dependencia policial en la que el funcionario desempeñaba sus tareas", señala el magistrado en su fallo de manera coincidente con el planteo del fiscal.

En vista de ello, el juez resolvió procesar a Sayago por el delito de torturas, una calificación para la cual el Código Penal contempla una pena que va de 8 a 25 años de prisión, puesto que se trata de un hecho que caracterizó a los represores que llevaron adelante la desaparición de miles de personas durante la última dictadura militar.

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