Presentan el mural más grande de la Ciudad

Presentan el mural más grande de la Ciudad
Está en Holmberg y Rivera, en Villa Urquiza, y mide más de 400 metros cuadrados. Se inaugura el próximo miércoles a las 15. Los artistas lo pintaron en 16 días y convirtieron el lugar en un “Distrito de Arte”.

Martín Ron es uno de esos artistas que no se asusta con una pared blanca de más de 400 metros cuadrados. Por algo es muralista y en la Ciudad y en Caseros más de una pared lleva su firma. Ahora, pincel y rodillo en mano -nunca aerosol-, Martín (32) pintó con la ayuda de Juan "Jiant" Antonucci (19) y Guillermo "Guiviro" Ron (29) el mural más grande de Buenos Aires. Está en Holmberg y Rivera, en Villa Urquiza, y se inaugura este miércoles a las 15.

Todo empezó por un proyecto de un inglés que reparte su tiempo entre Inglaterra y Argentina. Matt Fox-Tucker es impulsor de Buenos Aires Street Art, un movimiento que organiza tours de arte urbano. Y una cosa llevó a la otra: Matt hizo los contactos con la Comuna 12 y el Gobierno porteño para autorizar el mural de 412 metros cuadrados, en un edificio de cuatro pisos en Holmberg al 2700, a una cuadra de la estación Drago, y a metros del mural del italiano Blu. De paso, la Ciudad colaboró con la pintura, la grúa y otros materiales. La idea es que Villa Urquiza se convierta en algo así como un Distrito de Arte. Y por qué no.

Después de 16 días de trabajo, lo que se ve es, claramente, un mural llamado "El Cuento de los Loros", con varios motivos a mencionar. Para Martín se trata de un arte "surrealista urbano", con "situaciones fantásticas", "irreales" que conviven con las millones de situaciones que pasan en la calle. Por ejemplo, esa cabeza suelta, que saca la lengua, con los pelos parados y los ojos salidos es simplemente la cabeza de un amigo de Martín: el Chaqueño Gabriel Dotta. Después hay un skate gigante, "un elemento bien urbano", explica el artista. La música y los motivos sonoros también están presentes. Ahí el guiño es para el amigo Leonardo Caruso o DJ Zelig, que facilitó los contactos con la Ciudad. Y también, ahí bien chiquitito está sentado Clorindo Testa, el arquitecto argentino que falleció en abril: “Es un homenaje a él y un regalo para los vecinos, porque las esculturas de la plaza son diseños de él”.

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