Preocupación por otro basural, esta vez en Alberti

Preocupación por otro basural, esta vez en Alberti

Vecinos aseguran que camiones del Municipio tiran desechos en un predio de la calle Padre Roqueta. Y dicen que la situación se agravó por la quema de ramas. “Empezamos a tener problemas respiratorios”, explicaron.

Luego de la polémica suscitada por la presencia de basurales en La Lonja y en Almirante Irízar, vecinos de Manuel Alberti aseguraron que en el barrio William Morris hace ya nueve meses camiones de la Municipalidad comenzaron a tirar desechos en un predio ubicado entre las calles Padre Roqueta y Batalla de Curuapyti.

Además, de acuerdo a lo que explicaron los frentistas, la situación en Alberti es todavía más grave porque no solo acopian desechos sino que también los queman lo que, afirmaron, ocasionó problemas respiratorios en muchos de los que viven en cercanías del predio destinado a ser un supuesto “espacio verde”.

En diálogo con el programa Código Plaza (FM Plaza 92.1 Mhz), Oscar, uno de los que viene denunciando esta problemática desde sus inicios, manifestó que “hace nueve meses empezaron a ingresar camiones muy grandes de la Municipalidad trayendo ramas primero, después ramas y basura y después todo tipo de desechos”.

“Al principio, lo que tuvimos en cuenta es que estos equipos muy pesados nos estaban arruinando una calle que durante 40 años los vecinos con material de demolición pusimos en condiciones para poder circular y que nos costó mucho mantenerla pero después, en esa parte del barrio, empezamos a tener problemas respiratorios por la quema. Cuando nos acercamos al predio, nos encontramos con que se había formado un gran basural y lo primordial dejó de ser el tema de la calle y pasó a ser este tema”, detalló el hombre que llegó a comunicarse con vecinos tanto de La Lonja como de Almirante Irízar.

Asimismo, continuó: “Había una política de tratamiento de basura que no era la más apropiada y lo que se hacía en beneficio de unos era en detrimento de otros. Pero la preocupación mayor se ocasionó cuando me traté de contactar con el intendente, con el jefe de la región, y hasta mandé cartas a la gobernación para frenar esta locura y no nos dieron ningún tipo de respuesta”.

Ahora Oscar reconoció que entran menos camiones que antes, pero, de cualquier modo, elige mantenerse alerta. Tanto para él como para otros vecinos de la zona, la solución llegó recién después de que los medios de comunicación reflejaron el problema.

En este sentido, manifestó: “Cuando ustedes se empezaron a interesar, empezó a mermar la cantidad de camiones pero no totalmente y todavía siguen llevando algunos desechos pero en menor cantidad”. “Lamentablemente, los periodistas son los que influenciaron para ponerle un punto final y lamento que ningún funcionario o miembro del Municipio, a pesar de que intentamos contactarnos y hasta realicé un expediente en la Defensoría del Pueblo, e hice todo lo que estuvo a mi alcance y correspondía como ciudadano y contribuyente, me haya dado una respuesta”, concluyó.

Cabe resaltar que a pesar de la solución momentánea, la preocupación por la creación de este basural a cielo abierto no desapareció, y los vecinos siguen especialmente atentos a la cantidad de desechos que se depositan en el predio. Además, esperan que les arreglen la calle que ellos mismos se encargaron de poner en condiciones para poder circular.

 

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