Se ponen el barbijo para estar en sus casas

Se ponen el barbijo para estar en sus casas

La Municipalidad arroja allí residuos verdes. Pero también hay también basura domiciliaria. “Cuando esa porquería se prende, nos asfixiamos”, aseguran. Los vecinos del loteo El Bernel se sienten maltratados. Cada tarde, se enciende el fuego en un vaciadero a cielo abierto situado a metros de sus casas.

Atardece, y no es poco. Para quienes viven en el loteo El Bernel significa que ha llegado el momento de esconderse. “Cierren las puertas y ventanas. Entren, niños; no pueden jugar afuera. En minutos, ese basural va a arder. Y cuando eso suceda, el humo negro se nos meterá dentro. Dentro de las casas, de los dormitorios, de las narices y de los ojos. Vamos a respirar humo. A ver humo. A oler a humo. La basura de una ciudad entera se va a quemar delante de nosotros. Vengan, niños”, parecen decir los vecinos.

- Mi hija más chica tiene 10 meses. Cuando prenden fuego, me encierro con ella en el cuarto. Y aún así, nos asfixiamos -dice Julia Colombres Garmendia. Estamos frente en el vaciadero de residuos verdes que la Municipalidad de Yerba Buena posee frente al barrio El Bernel. Además de Julia, unas 50 personas han venido a manifestarse aquí, con pancartas que dicen “¡No al basural!”. Son las 7 de la tarde, la hora en que se frotan las primeras cerillas. En los últimos dos meses, ha habido al menos 10 incendios. Los vecinos sienten maltrato, humillación y hartazgo.

- Este basural ha sido creado e institucionalizado por la Municipalidad. Se alimenta a diario con sus camiones, que llevan desechos verdes. Pero ahí se arrojan también residuos domiciliarios, patológicos y animales muertos. Después, esa porquería se enciende. Y emana un humo irrespirable -cuenta Leonardo Natiello

- La gente se abusa del lugar. Se les rompe algo y lo traen. De repente, uno viene manejando hacia su casa y se encuentra con una heladera en medio del camino -añadeLuis Iriondo. Visto en una foto de Google Maps, un sitio en el que se vacía basura es un punto en la inmensidad. ¡Y eso que hasta en esas imágenes tridimensionales se aprecia el humo! Visto desde cerca es una inmundicia. Cuando el vaciadero aparece a metros de la casa de uno, como en el caso de estas personas, se vuelve una tortura. Y es que aquí viene a parar todo lo que otros quieren sacarse de la vista. Como las sobras de alguna comida indescifrable, un pañal, un colchón de gomaespuma o esa caja de leche que hociquea el perro de Leonardo.

De cañas a casas

Cinco años atrás, el vaciadero pasaba inadvertido. Quizás porque en esas imágenes de Google apenas si se ven desperdicios. Y porque estos confines eran eso: confines. Hoy, el vaciadero ha aumentado sus dimensiones y la zona se ha poblado. Los habitantes de otras urbes ni se imaginan cuántas casas se han hecho donde antes había cañaverales. A los yerbabuenenses, en cambio, les resulta cotidiano transitar por aquí.

El basurero está localizado en San José, a unas 20 cuadras hacia adentro y hacia el norte de la avenida Perón. Para llegar hay que trepar por una calle llamada Fanzolato, que primero tiene asfalto y después se vuelve piedra pura. A ambos lados de esa trocha, los barrios cerrados se suceden el uno al otro. A través de los cercos de Altos de Las Cañas o de Los Tipales se notan las siluetas de las casas. 

Al final de la subida se encuentra El Bernel. Una propiedad de 200 metros cuadrados edificados, en un terreno que mide 10 metros de ancho y 30 metros de largo, cuesta $ 1 millón, aproximadamente. Sus habitantes son matrimonios recientes, con chicos pequeños. El vaciadero limita, además, con los countries del Jockey y Alto Verde I.

- Una vez que se desata el humo no hay forma de pararlo. No se puede respirar. Los niños siempre están enfermos, con conjuntivitis y con tos. Esto es tóxico -sentencia el médico clínico Atif Tegaha. Cuando se les pregunta quién enciende el fuego, Ana Laura Vázquez responde que sospecha de la Municipalidad (”no creo que sea casual que durante las elecciones estuvo controlado”) y Martín Ferullo cuenta que dentro del basurero se instaló un asentamiento (muestra las fotos de las casillas de madera y lonas).

Carguen los carteles

La historia de El Bernel no es nueva. Desde 2013 en adelante, en las ediciones de este diario se han publicado quejas de quiénes viven en los alrededores. En una ocasión, los vecinos se reunieron con el intendente Daniel Toledo, quien se comprometió a frenar el ingreso de basura domiciliaria y a prohibir la quema. Durante un tiempo, pudo cumplir su promesa.

Pero fue sólo durante un tiempo.

¿Quién podría mantener limpio un basural? Suena raro, ¿no? Por eso, desde hace tres viernes consecutivos, Isolina BarbagliaMelissa LosnikovLuis BabotMaría Pía Marinaro FuentesRodrigo Achá SanjinésJosé AráozFacundo MartínezAgustín JorratAlfonso GrandvalCarla ContiLuis Pulido y un montón de vecinos más parten con sus carteles a la Perón, una de las principales arterias del municipio. A la vista de los automovilistas, exigen que no los envenenen. 

- Hay días en los que no se puede respirar. Andamos con barbijos -explican Gabriela Villalonga y Alfredo López.

Atardece. Mientras en algunas casas las personas abren las ventanas para que entre la frescura de la noche, en El Bernel las cierran. Aquí, nadie respira con alivio.

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