En el peor momento del algodón, el único semillero apunta a la investigación e innovación tecnológica

En el peor momento del algodón, el único semillero apunta a la investigación e innovación tecnológica

Cuando todas las perspectivas de intensión de siembra de algodón para la campaña 2016/2017 hablan de un nuevo retroceso respecto a la última campaña, el único semillero del país, de la mano de sus nuevos dueños, apuestan a la investigación e innovación tecnológica.

SÁENZ PEÑA (Agencia, por Hipólito Ruiz)

El semillero, asumió el compromiso de continuar con los convenios existentes con INTA; apostará a la interacción continua con empresas e instituciones como los Ministerios de Producción, el INTA y todas las Asociaciones relacionadas a la cadena algodonera y anunciaron para el 2017 el evento biotecnológico BGIIRR Flex (de ser aprobada por las autoridades pertinentes) que permitirá ofrecer al productor variedades de algodón con nuevas resistencias a insectos.

Se trata de Gensus S.A. es una empresa argentina de servicios al productor algodonero, liderada por Cazenave y Asociados y un grupo inversor argentino, que se comprometió a continuar y expandir el negocio de semillas de Genética Mandiyú, ampliando además, servicios de excelencia a la cadena de algodón y ofreciendo nuevas tecnologías en semillas.

Genética Mandiyú, acordó con Gensus SA la transferencia de todos los activos, bienes muebles e inmuebles con todos sus equipamientos, marcas y semillas, que permitirán el normal desarrollo y la continuidad operativa de su planta en Avia Terai, provincia de Chaco, así como también, la provisión de semilla certificada a los productores y a los gobiernos provinciales de Chaco, Santiago del Estero y Formosa.

La empresa argentina de servicios para el productor algodonero continuará ofreciendo semillas certificadas de la más alta calidad y expandirá las oportunidades de servicios para un cultivo estratégico para las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Formosa y Santa Fe.

Avances y expectativas

SÁENZ PEÑA (Agencia) - Pablo Vaquero es ampliamente reconocido en la Argentina y en diferentes países del mundo. Es ingeniero en producción agropecuaria y con un amplio currículo fue vicepresidente de Monsanto Argentina y también vicepresidente de la multinacional para Latinoamérica sur.

“Vamos a trabajar para lanzar nuevas tecnologías en semillas de algodón”, le dijo a NORTE.

¿Cuál es el principal desafío de Gensus en materia algodonera?

Nuestra empresa tiene como objetivo convertirse en un facilitador de todo el negocio de algodón comenzando con la semilla. Esperamos poder aprender de la cadena y aportar nuestra experiencia de años en el sector agropecuario con el compromiso de ser un actor relevante en la provisión de soluciones al productor en la región.

Con respecto a los centros de excelencia, ¿cuáles son las expectativas en torno a la participación de entidades y empresas?

Como lo venía haciendo Genética Mandiyú en años anteriores, desde Gensus también queremos renovar el compromiso de los centros de excelencia como lugar de encuentro de los productores con todos los sectores que proveemos soluciones al cultivo de algodón. Creemos en la interacción continua con empresas e instiuciones como el Ministerio de Producción, el INTA y todas las Asociaciones relacionadas a la cadena algodonera.

¿En qué consiste esa interacción?

Esta interacción busca sortear las dificultades pero a la vez potenciando las oportunidades del algodón son un camino necesario para salir de la coyuntura donde hoy nos encontramos. Nuestra apuesta no tiene que ver solo con el presente sino con el futuro sustentable. Gensus está dando sus primeros pasos en un momento que no es el más favorable que podríamos desear, pero si salimos por un momento de las dificultades del hoy y miramos el contexto mundial, creo que hay un potencial para animarse a creer y confiar en una salida prometedora para todos.

¿Habrá planes de investigación genética que hayan quedado pendientes de Monsanto Momento a seguir por Gensus?

Gensus asumió el compromiso de continuar con los convenios existentes con INTA pero creemos que hay mucho más para hacer en este sentido. El INTA ha estado trabajando durante muchas décadas y ha demostrado cuánto puede aportar a la mejora del cultivo. Desde nuestro lado vamos a unirnos a todo proyecto donde podamos aportar y en este aspecto vamos a trabajar para lanzar nuevas tecnologías en semillas.

Por lo pronto, el próximo año esperamos la desregulación y aprobación comercial del evento biotecnológico BGIIRR Flex. Con esta nueva tecnología estaremos en condiciones de ofrecer al productor variedades de algodón con nuevas resistencias a insectos lepidópteros y una ventana de aplicación de Round up más amplia que la actual.

El largo camino del retroceso

SÁENZ PEÑA (Agencia) - La crisis del sector algodonero, que cada vez se profundiza por errores propios y por la evidente falta de interés a un cultivo regional por parte de la Nación, pone en jaque a los últimos emprendimientos textiles diseminados en la provincia.

En el caso de Sáenz Peña fue el anuncio que la desmotadora de la Cooperativa La Unión no se pondría en marcha en esta campaña. Luego, vino el cierre de la Sáenz Peña Limitada, que operó en un 35% de su capacidad por falta de materia prima. Y finalmente, cerró sus puertas la de El Progreso, aunque con un mejor cuadro financiero que la del resto, que aun adeudan poco más de 2 millones de pesos en concepto de energía eléctrica a la empresa Secheep.

En vista de buscar soluciones para continuar sosteniendo la cadena algodonera, las provincias productoras del cultivo deberán seguir planteando propuestas; dada la baja producción algodonera- producto del elevado costo de producción-, la gran desproporción que existe por la buena capacidad de siembra y baja capacidad de cosecha, acarreando consecuencias no solo de índole legal sino también la genética de la variedad, que deriva en “cuantiosas pérdidas” en la calidad y rentabilidad del producto, generando pérdidas no solo en la provincia sino también en toda la región.

Por otro lado existe también el inconveniente con el hecho de que el cultivo dejó de ser social, producto de la baja rentabilidad y el valor agregado a lo largo de la cadena productiva algodonera, en pos de esto se necesita que se elaborare un proyecto político productivo hacia el gobierno y hacia resto de la cadena algodonera.

Es evidente que la Nación, no por cuestiones caprichosas, no envió aun los dineros del fondo compensador para el algodón. Por esa razón, el gobernador Domingo Peppo tomó la decisión política de otorgar un subsidio que abarcará a los productores registrados con hasta 500 hectáreas, a los cuales se le otorgarán semillas por hasta 100 hectáreas y 15 litros de gasoil por hectárea.

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