Este miércoles 8 de marzo mujeres de más de 40 países del mundo encabezarán un paro internacional con el objetivo de avanzar en las demandas pendientes y no retroceder en las conquistas.

En Mar del Plata, habrá una movilización que se concentrará a partir de las 16 en San Martín y Mitre. En tanto, en los lugares de trabajo, dependiendo del accionar de cada gremio, las trabajadoras harán un cese de actividades o acciones de concientización y promoción de la equidad de género.

“El movimiento de mujeres en todo el mundo está siendo vanguardia de la resistencia a las políticas antiderechos y tomando un protagonismo sin precedentes. Es un gran logro que estemos ante una convocatoria de tal envergadura, y consideramos que la misma es el fruto de la pelea que venimos dando las mujeres y en particular las de los sectores más vulnerados ante las principales consecuencias de las históricas desigualdades de género en nuestras sociedades”, opinó Noelia Barbas, coordinadora regional de Mumalá.

En ese sentido, remarcó que “una de las expresiones más extremas de la desigualdad de género es sin duda la violencia machista que se lleva la vida de una mujer cada 26 horas en nuestro país según los datos relevados por el Registro de Femicidio de Mumalá”.

“Según este relevamiento se registraron en el año 2016, 322 femicidios dentro de los cuales se contabilizan 15 femicidios vinculados de mujeres y niñas, y 33 femicidios vinculados de hombres y niños; y 9 travesticidios. Al 28 de febrero del 2017, la gestión del actual gobierno de Cambiemos registra en su haber 398 femicidios, dentro de los cuales hay 20 femicidios vinculados de mujeres y niñas y 42 femicidios vinculados a varones y niños”, detalló Barbas.

En este marco, evaluó que “hay un recrudecimiento” de la violencia física y psicológica pero “también a partir de la situación económica y social que empezamos a vivir en un contexto de ajuste como el que estamos sufriendo”. “Somos las más pobres entre los pobres y cuando hay ajuste, recortes económicos, desempleo, vuelve a haber una violencia desatada que impacta también y principalmente en la vida de las mujeres. Al recrudecimiento producto de nuestra organización se suma la violencia producto de la crisis económica”, aseveró.

“En definitiva, el no reconocimiento y desvalorización de nuestro trabajo en el hogar; las grandes dificultades existentes para nuestra autodeterminación económica; el femicidio como expresión máxima de la violencia machista contra las mujeres; la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual; la negación del derecho a la soberanía de nuestros cuerpos, son sólo algunas de las terribles realidades que atravesamos las mujeres en nuestro país y en el mundo, por esto nos movilizamos y este 8 de marzo paramos”, expresó por último.