Se mudan a Río Negro para pagar menos de impuestos

Se mudan a Río Negro para pagar menos de impuestos

En 2 años, 9 empresas de Neuquén se fueron a la vecina provincia.

La Asociación de Comercio, Industria, Producción y Afines de Neuquén (Acipan) reiteró ayer su preocupación por la presión fiscal municipal sobre las empresas y comercios locales. Uno de sus integrantes, Edgardo Phielipp, expresó que, por este motivo, nueve empresas importantes decidieron mudar sus sucursales de esta ciudad a la provincia de Río Negro durante los dos últimos años.

Si bien remarcó que esta presión no es exclusiva del municipio neuquino, ya que en otras capitales del país se viven situaciones similares, reconoció que las tasas municipales de Comercio tienen “montos elevados”. “Hay una elevada presión fiscal, pero no está aislada de la realidad nacional. La presión fiscal se extiende como una mancha de aceite, porque al concentrarse la recaudación en Nación, la Provincia eleva sus impuestos y los municipios sus tasas”, resumió Phielipp.

Explicó que en todo el territorio neuquino las tasas son similares, pero que la competencia se da con Río Negro, donde los montos son menores. Por esta situación, indicó, algunos comercios grandes ya decidieron trasladar sus negocios a Cipolletti o Roca. “Se da con empresas de cierta magnitud, empresas de servicios, logística y distribución. Tenemos contabilizada nueve en dos años y una que lo está haciendo ahora”, resumió.

Progresivo

“Las tasas implican una disminución de la rentabilidad, vemos menos márgenes de ganancia”, expresó Phielipp, quien agregó que por esto creen que debería haber una continuidad entre el recurso y el gasto público. “También tiene que ver con la eficiencia en el gasto del empresario”, remarcó.

“En general, el tema de la tasa progresiva es algo que ocurre en muchas localidades del país, y por la jurisprudencia no estaría mal. Crece el porcentaje a medida que crece la facturación”, explicó y aclaró que si bien la presión fiscal existe, también hay un diálogo fluido con la comuna, donde se pueden plantear inquietudes referidas al tema, como cuando se solicitó detener el cobro de impuesto por la publicidad en el interior de los comercios.

“Trabajamos con el Municipio para la modificación definitiva de la ordenanza excluyendo la publicidad interior del ámbito del gravamen”, explicó el dirigente empresarial neuquino.

TRES PREGUNTAS A...

Ariel  Kogan

Concejal del PJ

1. ¿Cree que es muy alta la presión fiscal en Neuquén?

El Municipio tiene legislación de avanzada. El cobro progresivo fue cuestionado en la Justicia neuquina y también en la Corte Suprema, pero siempre se le dio la razón a la comuna. 

2. ¿Y en licencias comerciales?

Es de un nivel de ingresos altos lo que permite realizar diferentes obras.

3. ¿Pero igual se van a otras provincias?

Creo que ahí también influyen otros factores, como la logística y los impuestos provinciales, los cuales también son muy altos.

El alto costo de los alquileres hace fracasar el comercio en Centenario

Centenario

En Centenario, como consecuencia del cambio geoeconómico en la ciudad por la convulsión que existe en torno al mercado petrolero en Vaca Muerta, las dificultades para instalar un comercio son muchas, empezando por los altos alquileres.

Quien quiera poner un local comercial tendrá que tener en cuenta varias cuestiones fiscales. Desde el Municipio se exige la licencia comercial (que varía según el rubro desde 1000 a 4000 pesos anuales, o más si se trata de industrias).

También la libreta sanitaria, la presentación de planos y el “conforme a obra”, que es la habilitación de la obra civil para poder instalar el comercio.

Desde la Cámara de Comercio de Centenario sostuvieron que la presión fiscal en la ciudad llega al 58% en algunos casos. Dentro de este porcentaje hay que incluir los alquileres (que pueden rondar desde 5 a 12 mil pesos) y la actualización de los salarios de los empleados cada año.

En la entidad que nuclea a comercios reconocen que existe “rotación comercial”. Es decir, rubros que comienzan una actividad y no pueden sostenerla en el tiempo, ya sea por el alquiler, las pocas ventas (debido a la improvisación en estudiar el mercado) o la presión fiscal.

En 2014 se presentó un informe sobre la actividad del comercio minorista, que financió el Copade. De la encuesta a 199 comercios se desprendió que el 28% son tiendas. Después, entre almacenes y jugueterías se llevan un 7% cada uno, y el resto de los rubros se ubica en un 6% cada uno.

También se destaca que el 78% de los comerciantes no es dueño de su propio local y está en una situación de desventaja con el 22% que posee la propiedad comercial.

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