En abril del año pasado, un anuncio del intendente Horacio “Pechi” Quiroga generó expectativas. Dijo que tenía la decisión política de implementar el Metrobus en la ciudad, que sería un sistema “espejo” del que tiene la Ciudad de Buenos Aires.

El tema se instaló, y se habló hasta mediados de año sobre las posibilidades concretas de ponerlo en funcionamiento. Se especuló con calles en las que podría circular un carril especial para colectivos. Se nombró a Belgrano, Antártida Argentina y 12 de Septiembre como arterias ideales para este proyecto.

“Si bien las calles son de todo el mundo, la prioridad la tiene el servicio público”, dijo durante esos meses el jefe comunal teniendo en cuenta que si el servicio se ponía en práctica, se impondrían cambios  que podían afectar a los automovilistas.

Hubo repercusiones en el Concejo Deliberante y hasta peleas mediáticas con los legisladores de la oposición. Sin embargo, hasta ahora, y a un poco más de un año de los anuncios, nada de lo que se habló se ejecutó.

Si bien muchas veces los proyectos demoran más de lo estimado,  todo parece indicar que el Metrobus ya está descartado como una posible solución al problema del transporte público. Y si bien desde el Ejecutivo evitaron referirse al proyecto, se adelantó que se está trabajando en varias alternativas que por el momento prefieren mantener al resguardo.   

Buscar cambios

El anuncio se hizo en medio de las duras críticas al sistema de transporte –las mismas de hoy– y con el afán de mejorar un sistema objetado hasta por el propio intendente.

Con la idea de revertir la situación, se habló del Metrobus y se aplicaron cambios que impactaron en el tránsito: se abrieron calles, un nuevo paso a nivel, se ampliaron las manos únicas, con muchas pruebas y errores se logró poner en funcionamiento la onda verde en los principales corredores y se están abriendo nuevos cruces sobre la ruta. Pero de la innovación anunciada no se dijo nada más.

De hecho, llegaron expertos de Buenos Aires para estudiar y ayudar al Municipio a diagramar el sistema de bicisendas -otra búsqueda para mejorar el transporte en la ciudad-, y se aprovechó esta visita para hablar del Metrobus.

La llegada de un especialista fomentó las especulaciones, ya que en ese momento dijo que era posible que en la capital neuquina circulara un Metrobus, porque cualquier ciudad del mundo podía aplicarlo si había decisión política. Hizo una salvedad: “También hay que invertir y esto no es una cuestión menor”.

Finalmente, la bicisenda se concretó y una parte ya está en marcha; se inauguraron los primeros tramos que unen el Parque Central con el puente y este punto con la terminal. Está listo, también, el proyecto para llegar a los 65 kilómetros de bicisendas en toda la capital.

También se sumará en menos de un mes la llegada del tren que unirá Cipolletti con Neuquén (de hecho, el miércoles estarán en la ciudad). Además de su importancia como medio de transporte público y económico para miles de usuarios, el tan esperado tren suma una expectativa que es la de disminuir la cantidad de vehículos que todos los días ingresan desde las localidades vecinas a la capital.

Sin embargo, todavía continúa sin resolverse la situación del transporte público. En este contexto, fuentes consultadas aseguran que el Metrobus está descartado, pero no cierran las posibilidades a otros proyectos para el tránsito.