Cuando llueve en el Gran Mendoza, ni las acequias ni las obras de impermeabilización, reasfaltado o bacheo parecen ser suficientes para mejorar el drenaje y flujo de agua en las calles.

Las postales de calzadas convertidas en ríos con bolsas de basura navegando -agua que después se mete en las viviendas- ya son un clásico cuando las precipitaciones superan el registro normal. Y las lluvias que cayeron sin interrupciones durante más de 24 horas en la provincia, entre el lunes y el martes, reiteraron estas situaciones.

En Guaymallén hubo barrios en los que la acumulación de líquido llegó a los 50 centímetros en las calles. En una que había sido asfaltada recientemente, la calzada volvió a romperse y deberán rehacer los trabajos. El túnel de calle Soldado Desconocido (el que conecta con el Mendoza Plaza Shopping) volvió a inundarse. Desde la comuna no dudaron en considerarlo un “fracaso”, por lo que planifican remplazarlo por dos puentes en altura, uno de ellos por Urquiza.

 

 

 

Guaymallén fue -como en la granizada de hace dos semanas- el departamento más afectado por las tormentas, pero no el único. A lo largo de los Accesos Sur y Este, así como en la ruta Panamericana, hubo una importante acumulación de agua que entorpeció el tránsito. En la calle Guardia Vieja (Luján de Cuyo) más de un automovilista hizo que las ruedas de su vehículo sufrieran los baches invisibilizados por el agua. Si bien la mayoría de los departamentos vienen arreglando calles el último año, estos trabajos aún representan un escaso remedio para tantas arterias que esperan un mejoramiento hace una década, al menos. Con estas lluvias, revelan el muy mal estado en que se encuentran.

A raíz de la persistencia y de la gran cantidad de agua, las clases fueron suspendidas para el turno tarde en todas las escuelas de Guaymallén y San Carlos, así como también en algunos establecimientos de Ciudad, Godoy Cruz, General Alvear, Las Heras, San Martín, Maipú y Tunuyán (en el Valle de Uco las consecuencias también se sintieron con fuerza). En algunas de ellas no sabían hasta anoche si hoy retomarían el dictado. 

 

 

 

Los más golpeados

El intendente de Guaymallén, Marcelino Iglesias, se refirió a las complicaciones que se presentaron en ese departamento. “El Gran Mendoza no está construido para soportar la cantidad de agua que está cayendo. El otoño pasado fue el más lluvioso de los últimos 50 años y éste viene igual, por lo visto”, resumió.

Colonia Segovia, Puente de Hierro y barrios aledaños fueron las zonas más afectadas, teniendo en cuenta la cercanía del canal Pescara -según los vecinos, se desborda cada vez que llueve mucho- y que las calles en el lugar son de tierra, con la napa freática a menos de 40 centímetros de la superficie.

“El problema es estructural, y lo que se ha hecho no se ha hecho bien. Se han autorizado emprendimientos y loteos en lugares que obstruyen el agua. También está la parte autodestructiva de uno, que sigue tirando basura a las acequias y canales, y eso genera obstrucciones en las acequias”, destacó Iglesias.

Las calles más afectadas en la zona urbana densa del departamento fueron Bandera de los Andes, carril Godoy Cruz, Mathus Hoyos y los accesos Este y Sur. Iglesias resaltó que el año pasado se asfaltaron 280 calles, muchas de ellas con cunetas y cordones. Si bien con la lluvia han surgido algunos problemas, son menores y no implicará tener que rehacerlas.

“En la esquina de Cobos y la lateral del Acceso Sur -que estaba entre las mejoradas- estamos con problemas, ya que por debajo pasa un canal obstruido que no drena en ningún lado. La solución de fondo es arreglar eso, aunque implicaría cortar el Acceso también”, destacó el jefe comunal.

En la calle Profesor Mathus (El Bermejo) la lluvia generó un enorme socavón, en el que cayó un auto con su conductor. El hombre sufrió solo algunas heridas leves y, de acuerdo al intendente, esto se debió al colapso de las cloacas en el lugar.