La Justicia reaccionó luego de 200 denuncias

La Justicia reaccionó luego de 200 denuncias

Las primeras presentaciones por ventas ilegales de lotes datan de 2013.

La entrega de los lotes de Parque La Vega desató más de centenar de denuncias a las que el Ministerio Público y el Poder Judicial respondieron con cinco allanamientos, secuestros de documentación, acusaciones y detenciones.

Otras 150 denuncias, presentadas entre 2013 y 2015, no tuvieron la misma respuesta, por lo que otros nombres mencionados por familias estafadas, tanto en la capital como en el interior de Salta, quedaron al margen de la causa penal que hoy tiene seis imputados y cuatro detenidos.

Las primeras advertencias

En junio de 2013, la entonces diputada Virginia Cornejo pidió a la Procuración que investigue presuntos delitos de acción pública que involucraban 39 hectáreas expropiadas a la sucesión de Celestino Burgos, en Parque La Vega, donde lotes fiscales ya eran ofrecidos por valores de $5.000 hasta $10.000. Así lo advertían dirigentes barriales de la zona sur.

En diciembre de 2014, seis jefes de familias estafados con esos mismos lotes denunciaron a Barreto y a un presunto empleado del organismo y primo suyo, Adolfo Aldo Gordillo.

La presentación fue realizada por Irene Celeste Gutiérrez, vecina de villa San Antonio; Irene Roxana Santander, del barrio Limache; Romualda Rosales, de villa Belgrano; Martín René Chocobar, de Los Lapachos; Cristian Ariel Acosta, de Parque La Vega, y Héctor José Acosta, de Santa Ana I.

Los denunciantes se habían conocido en las oficinas de Tierra y Hábitat, donde, según manifestaron, les sacaron $15.000 como condición para acceder a parcelas que terminaron entregadas a otros grupos en Parque La Vega.

"Caigo yo, caen todos"

Ante la indignación de los estafados, Gordillo los citó el 9 de diciembre de 2014, a las 9, en Tierra y Hábitat, para que hablen con el jefe del Programa Social del organismo, Eduardo Julio Lerchundi Usandivaras. El mensaje de texto que les había enviado Gordillo y que aportaron entre las pruebas, decía: "Vayan y véanlo de parte de Pepino, él ya sabe por qué tema es".

Lerchundi los atendió y les manifestó que no sabía nada, salvo que Gordillo era un familiar de Barreto que trabajaba ahí. Más tarde ambos se cruzaron y los denunciantes escucharon a Gordillo decirle: "Vos sabés bien cómo viene la mano y le vas a rendir cuentas a esta gente: si caigo yo, caen todos".

Barreto y Gordillo estaban unidos por algo más que lazos familiares. En los comicios de 2013 habían compartido la lista de Unidos y Organizados, de la agrupación política Miles, para diputado y concejal capitalino, respectivamente.

En oficinas públicas

La denuncia que ingresó en diciembre de 2014 en la Fiscalía Penal 3, donde no progresó como tantas otras, hacía notar que las víctimas eran captadas en las propias dependencias de Tierra y Hábitat. Marcaba así un "modus operandi" a ser investigado por la Justicia.

Abundante prueba

Entre la prueba documental de las denuncias presentadas entre 2013 y 2015 había constancias de asignación de terrenos identificados con número de manzana y lote, recibos firmados, notas con cargo de iniciación de expedientes y hasta comprometedoras constancias de transferencias bancarias.

También había testimonios de gran cantidad de vecinos afectados, cruces de llamados telefónicos y mensajes de texto intercambiados con supuestos actores, intermediarios e inversores implicados en la venta irregular de parcelas de Tierra y Hábitat.

Una cooperativa envuelta en las estafas

Horizonte Salteño está mencionada en más de una denuncia. En enero de 2015 entró a la Ciudad Judicial la denuncia de Hernán Enrique Irala, quien manifestó haber pagado $20.000 por una parcela de Parque La Vega que nunca le entregaron. El vecino de calle Boedo al 300 señaló como responsables de la estafa a Barreto, al presidente de la Cooperativa de Trabajo Horizonte Salteño, Jorge Raúl Reyes, y a dos hermanos, Juan y Esteban Taboada, sindicados como intermediarios.

Por esos días, otra damnificada, Carla Llanina Villareal, denunció que le pagó a Reyes $30 mil pesos por un lote que nunca recibió. La constancia que le entregaron tenía una firma -cierta o falsa- de Barreto. Como fuere, Carla terminó con el sueño del techo propio convertido en una pesadilla. Ella había llegado desde Colonia Santa Rosa a la ciudad Salta en busca de oportunidades.

Con su esposo, que necesitaba operarse, habían trabajado día y noche para juntar el dinero.

Al igual que ellos, muchos otros matrimonios que terminaron estafados con los lotes de Tierra y Hábitat siguen viviendo con hijos, nietos y menos de lo indispensable en piezas alquiladas o hacinados en las abarrotadas viviendas de familiares.

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