Acordarse de las fiestas de fin de año implica prepararse para un momento de distención y regocijo, un rato agradable en compañía de los más cercanos y quizás el reencuentro con aquellos que las obligaciones del día a día desplazaron del contacto cara a cara. Pero fuera de lo sentimental, es un período del año que viene acompañado de una multiplicación de lamentos por los gastos que conlleva armar la celebración.

A nueve días de Nochebuena, las góndolas de los supermercados y comercios juninenses muestran una gran variedad de productos para armar la tradicional canasta que, este año, costará -en promedio- un 25 por ciento más que en 2011 (ver recuadro), de acuerdo con la calidad de la mercadería que se elija.

Es que son las primeras marcas las que más incrementaron su precio, llegando, en algunos casos, hasta un 30 por ciento más del valor en la comparación interanual.

Así se desprende de un relevamiento realizado por este diario en los principales supermercados y negocios locales, donde espera que con el correr de la semana entrante crezca el consumo.

El cálculo final realizado por DEMOCRACIA indica que si se toma como referencia el consumo de una familia tipo, compuesta por cuatro integrantes, la erogación para esa noche tendría que rondar entre los 220 y 250 pesos.

Los turrones, los budines y las bebidas, fundamentalmente la cerveza, son los productos que más aumentaron a lo largo de los últimos 12 meses.

Un ejemplo concreto: una botella de cerveza por un litro de primera marca costaba en la Navidad de 2011 entre $ 6,50 y $ 7,50 y ahora tiene una base de $ 10, es decir un 40 por ciento más caro.

Una sidra “intermedia”, o sea ni la de mejor calidad ni la peor, cuesta actualmente $ 11,30, mientras que en 2011 podía conseguirse por $ 8,85; el champagne, también de mediana calidad, tiene un precio en las góndolas juninenses de $ 31,95, en este caso poco más de un 30 por ciento que el año pasado cuando se lo conseguía a $ 23,90.

El armado de una canasta

Para tener una idea más acertada de los precios, armar un caja de Navidad con productos para dos o tres personas, que contenga una sidra, una cerveza de un litro, un pan dulce por 500 gramos, un budín con frutas de 350 gramos, un paquete de garrapiñadas por 120 gramos, confites por 120 gramos, y un paquete de maní con chocolate por 100 gramos (en todos los casos con marcas conocidas pero no las de mejor calidad) oscila en un valor de $ 70, cuando el año pasado con los mismos productos, se pagaba $ 55, lo que representa una suba del precio de esa caja navideña de poco menos del 30 por ciento.

Las frutas secas pasaron a ser un verdadero lujo: la nuez envasada se puede conseguir, recorriendo bastante, a $ 65 el kilo, mientras las almendras a $ 50, en ambos casos un 20% más caro que en 2011, según indicaron los encargados de marcar los precios en supermercados locales.

El de arriba es sólo un ejemplo de armado de caja navideña, aunque claro está que puede haber numerosas variantes en cantidad y calidad de productos que la pueden integrar y hasta abaratar.

Además, para la comida de Nochebuena hay que prever que los cortes tradicionales de carne tienen un valor promedio en las carnicerías de la ciudad de $ 40 el kilo, ya sea asado, vacío o peceto, mientras el pollo que subió un 18% en un año cuesta entre $ 13 y $ 15 el kilogramo. Teniendo en cuenta estos precios promedio, a la hora de armar una cena para una familia tipo, con peceto, una ensalada, bebidas, postre y después pan dulce, turrones y garrapiñadas y sidra para el brindis, hay que calcular un gasto de entre $ 220 y $ 250.

Algunas recomendaciones

Las siguientes son algunas recomendaciones que brindan los economistas para ahorrar dinero a la hora de las compras de productos para la Navidad:

-Comparar mucho cantidad y calidad. Existen productos cuyos envases traen distintas cantidades y a simple vista parecen iguales. Ejemplo: garrapiñadas de 70, 80, 100, 110 y 120 gramos. Allí el precio casi no varía y, por ende, conviene comprar la más grande.

-Los organismos de Defensa del Consumidor recomiendan comprar los productos cuanto antes, pues se espera que sobre la fecha de Navidad se produzcan nuevos aumentos de precios.

-Es conveniente a veces recurrir a las segundas y terceras marcas, como las propias de los súper e hipermercados, es que suelen ser más económicas y la calidad está a la altura del resto.