Jubilados reclaman en el Pami por mala atención y falta de medicamentos

Jubilados reclaman en el Pami por mala atención y falta de medicamentos

Un grupo de adultos mayores se reunió este viernes en la sede de la obra social y realizó múltiples denuncias en relación a la atención recibida en diversos centros de salud. Las voces de la indignación a partir de sucesos insólitos con críticas a Navarro Granollers.

Momentos de tensión se vivieron este viernes minutos antes del mediodía en la sede del Pami, con gritos y cuestionamientos hacia la titular de la entidad, María Navarro Granollers. Un numeroso grupo de jubilados copó el auditorio de la institución y evidenció su enorme descontento por los deficientes servicios estatales existentes en el área de salud.

Voces de reclamo y de mucho sufrimiento se escucharon entre los adultos mayores presentes, que repartieron críticas para diferentes centros de salud de la ciudad y contaron sucesos increíbles respecto a las falencias que deben atravesar ante diversas situaciones de vulnerabilidad.

La clínica Mitre, el sanatorio Avenida, el hospital Español y la extensa historia de la inconclusa re-apertura del ex Emsha, fueron foco de los principales reclamos por parte de los jubilados, notoriamente indignados con la realidad que les toca vivir.

En diálogo con este medio, una de las personas damnificadas contó su particular problema: “La clínica Mitre, desde hace mucho tiempo, parece que estuviera en quiebra. Fue desprendiéndose de profesionales, mandan la gente al hospital Interzonal, que ya no da más. Parece que tienen problemas en el área de terapia. A mí, hace poco tiempo, un cirujano, el día anterior de una operación, me desalentó a realizar la intervención. Vine al Pami a contar que me había planteado eso y acá me dijeron que podría ser porque no hay anestesistas. Entonces, ¿en qué condiciones estamos?. Si un médico te dice que te tendrías que operar y luego el cirujano me desaconseja la operación. No me operé y ahora estoy con la intervención pendiente. Me pregunto ¿a dónde voy?”, describió la mujer.

Otro de los casos retratados durante el ruidoso reclamo fue el de un familiar de una jubilada que tuvo que ser internada de urgencia en el sanatorio Avenida. “Durmió en una camilla un día y medio, porque no había cama para atenderla. Es una vergüenza, había que estar cuidándola para que no se caiga de la camilla. La mugre del lugar es impresionante. Es espantoso como atienden a los adultos mayores en los hospitales del Pami. Tengo Ioma, trabajé en la Provincia muchos años y las dos obras sociales son iguales. Se olvidan de la gente mayor, se olvidan del aporte de los jubilados durante 50 años. Usan el dinero para política, para cualquier otra cosa, o para sacarlo y llevarse los fondos a la Provincia y a la Nación. No están utilizando la plata de los aportes que han hecho los jubilados para su salud”, sentenció el hombre.

Instantes después, otra jubilada en contacto con 0223 sumó su caso a la indignación generalizada. “Entré a operarme en el hospital Español por un nódulo abajo del brazo y cuando salí me encontré con que me habían cortado los dos nervios principales de la mano. Quedé inútil de un día para el otro”, describió la mujer, al borde del llanto. “Todo lo empecé a realizar con la izquierda y me cuesta mucho. Yo era una mujer diestra que trabajé toda mi vida. Hice una denuncia por mala praxis, nos citaron y nos dijeron que era mentira lo que planteamos, se hicieron los fanfarrones y desconocieron el problema. Ese doctor me arruinó la vida. No quiero que opere más”, detalló la señora, en el marco de una mañana muy agitada en la que varios jubilados no dudaron en golpear la puerta de la titular de la entidad, exigiendo su presencia.

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