Jornada de impactantes testimonios

Jornada de impactantes testimonios
Una extensa jornada fue la del viernes en el marco de la Megacausa Jefatura II – Arsenales II. Eran las 20 y todavía no habían pasado a declarar todos los testigos que estaban programados.
El testimonio más impactante fue el de Antonio Jérez, quien ya lo había hecho en la Megacausa Jefatura I y se escuchó el audio de aquella jornada.

La primera testigo de la jornada fue Hilda Figueroa, oriunda de Calilegua, Jujuy, vivió un tiempo en Tucumán. Habló de secuestros de estudiantes jujeños. A varios de ellos se los llevaron de una peña mientras festejaban un cumpleaños.

Hilda fue secuestrada en Jujuy la Noche del Apagón. Días antes habían secuestrado jóvenes jujeños en Tucumán, entre los desaparecidos se encuentra Víctor Zafarov.

Resaltó que “absolutamente nadie de los secuestrados podíamos disponer de la vida o la muerte como sí los secuestradores".

Luego de los aplausos con los que el público despidió a Hilda, llegó el turno de Lucía Mercado, quien habló de Santa Lucía y todo lo que ocurrió en torno al Ingenio.

Contó cómo se modificó la vida en Santa Lucía con la instalación de la Base Militar en el ex Ingenio. “Era tal el respeto que le tenían a la autoridad constituida que se dejaron llevar a sus hijos", afirmó y agregó: "las autoridades militares creían que todo el pueblo de Santa Lucía era o colaboraba con los guerrilleros" por eso opinó que la decisión militar era “hacerlo desaparecer (al pueblo)".

A su vez destacó que "eran fuerzas especiales, preparadas, porque no cualquiera puede ser torturador".

Al finalizar la declaración el imputado Valdiviezo pidió la palabra para expresar que no estaba en Santa Lucía en 1975.

Posteriormente declaró Julio S. testigo víctima. La primera vez que lo detuvieron fue en abril de 1976. El 2 de mayo lo llevaron a Arsenales, él y su hermano fueron colgados.

La segunda, el 20 de julio, en Nueva Baviera y luego lo pasaron a Arsenales. Entonces estuvo con Soberón y Quinteros.

Julio era empleado público, tenía 36 años. Cuando lo detuvieron el Estado lo dejó cesante "el sueldo lo había cobrado otro", expresó. Contó que fue liberado el mismo día que Quinteros, Soberón y la señora Moyano.

Dijo que mientras estuvo en ex Arsenales se escuchaban disparos pero "dos veces a la semana se escuchaban muchísimos disparos. Era una sola cosa".

También resaltó que lo obligaron a firmar una declaración en Famaillá en 1986. “Las amenazas eran de autoridades provinciales”.

A su vez precisó que en el 76 quien recorría Caspinchango era Trucco, imputado en este juicio.

Luego llegó el turno de Antonio Jeréz. Se escuchó su declaración prestada en Jefatura I. El testigo hizo el servicio militar entre 1976 y 1977. Expresó haber presenciado torturas, asesinatos y desapariciones. También dijo que vio torturas a embarazadas. El audio comenzó con las preguntas del fiscal de entonces Terraf.

¿Señor Jerez, usted presenció alguna violación de domicilio?, preguntó la fiscalía.

Si, varias

¿Presenció torturas?

También

¿Presenció secuestros de personas?

Sí, yo manejaba el camión

¿Presenció asesinatos de personas?

¿Presenció actos de desaparición de cuerpos de personas?

Si

¿A qué hora eran los operativos?

Después de la medianoche cuando la gente estaba durmiendo.

¿Cuántos centros clandestinos de detención de personas vio a lo largo de los 16 meses que estuvo en el servicio militar?

Muchos, Caspinchango, Santa Lucía, Nueva Baviera, Timbó Viejo.

¿Lo vio a Antonio Domingo Bussi en alguno de esos centros clandestinos?

Siempre andaba.

¿Lo vio presenciar algunos de los hechos que le pregunté?

A Bussi lo vi matar a dos en el Timbó Viejo a garrotazos. Primero repartieron paquetes de cigarros de diferentes marcas. Luego detuvieron a dos varones. Llegó Bussi al Timbó y se los entregaron y ahí comenzó a garrotearlos. Cuando ya no se movían, les dijo a los militares que se deshagan de los cuerpos. Nunca más aparecieron.

Domingo Antonio Jeréz es un hombre de campo que hizo el servicio militar durante 16 meses entre el 76 y 77 cuando tenía 20 años. Y para quien esos años fueron un infierno.

El testigo comentó, con su particular acento de campo adentro, que durante esos 16 meses, presenció muchos actos de violencia. En un pasaje de su testimonio mencionó que a un detenido, el ‘Gringo’ Quintero, “lo hacían gritar ¡Viva Perón! y luego nos obligaban a pegarle culatazos”.

Respecto a la manera en que se realizaban los allanamientos, Jeréz que actualmente trabaja manejando un tractor en época de zafra, expresó que lo hacían pegándoles taconazos a las puertas, durante la noche, cuando la gente dormía. También contó que en uno de los tantos centros clandestinos que conoció estaba alojada una señora que le decían Ñata. A ella y otros detenidos “yo le daba agua a pesar de que no me dejaban. Por desobedecer me metieron preso dos días”.

El testigo detalló que en una oportunidad estalló una bomba en una ambulancia del ejército camino a Caspinchango. Tiempo después se dio cuenta que la bomba fue puesta por los mismos militares ya que vio a uno de ellos entre los cañaverales vestido de peón. El hombre pertenecía al servicio de inteligencia.

A su vez reveló que en todos los operativos, quien estaba a cargo era Valdivieso, quien ahora “creo que es Teniente Coronel”, sostuvo. Además que, entre tantas atrocidades, presenció torturas a embarazadas. A una de ellas “de cuatro meses le pusieron un fusil en la vagina. No la volví a ver. Según comentaban, el marido era guerrillero”. A su vez expresó que en el centro clandestino de detención de Caspinchango habían “varias mujeres de encargue (embarazadas)”.

El relato de Jeréz fue escalofriante y sincero. “No me gustaba como actuaban los militares”, indicó. Y dijo “no se hacía justicia como ahora, para ellos era más fácil torturarlos, matarlos y hacerlos desaparecer”. Y aseguró que si lo llevan al monte puede encontrar tumbas donde enterraron gente.

Recordó que estuvo en Santa Lucía al mando de el Teniente 1º Valdivieso, quien le preguntó ayer si había 'acciones de combate', el testigo respondió que eran “tiroteos a los animales del monte”.

El juicio continuará el jueves.

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