"La industria argentina de gas natural necesita ser repensada"

Vaca Muerta se ha vuelto pasional. Existe optimismo en la industria, expectativas de crecimiento a lo largo de la cadena de valor y mucha euforia en los políticos. Esperemos que estos le hagan honor a dicha euforia haciendo lo que tienen que hacer, para que la euforia no sea solamente el sueño de una noche de verano.

¿Qué es lo que los políticos deberán hacer? Esencialmente deberán poner a Vaca Muerta en un pie de igualdad fiscal y regulatoria con sus competidores, y no despilfarrar los ingresos derivados de la explotación del recurso. Y asegurar para Argentina un riesgo país bajo para que las necesarias inversiones puedan llegar. Es decir, deberán realizar un ejercicio de autocontinencia sin precedentes y luego sostenerlo en el tiempo.Vaca Muerta necesita desarrollar masivamente sus recursos para poder producir a precios socialmente aceptables y sin subsidios. Para esto, deberá competir en el mercado global, sobre todo con los Estados Unidos. 

Y si en Canadá los conservadores ganan las elecciones de octubre, veremos crecer rápidamente un nuevo y formidable competidor.Sin embargo, por más grande que sea el árbol no debe impedirnos ver el bosque. Argentina dispone de un sistema de transporte de gas que cubre la totalidad de nuestro territorio. Con la excepción de GNEA, que ojalá sea temporaria, el resto de los ductos nacen en las diversas cuencas productivas. Por lo tanto, y en beneficio de la seguridad de suministro, concentrar la oferta interna marginal de largo plazo en una sola cuenca y, dentro de esta, en una sola fuente del recurso es innecesariamente temerario. Y también en beneficio de los consumidores, que no deberán pagar por transporte hundido y ocioso.Es fundamental entender que la seguridad de suministro interna es condición de factibilidad para desarrollar un plan exportador agresivo y de largo plazo como el que necesita Vaca Muerta

Como el que ahora prometen impulsar todas las tendencias políticas, incluyendo al comunismo pro-mercado.Resulta necesaria una acción rápida y complementaria entre las provincias y la nación para reanimar la exploración y producción en las cuencas «maduras» (viejos son los trapos, decía mi abuela). Las provincias en su rol de poder concedente y la nación en el de responsable de la política energética, pero juntos frente al desafío. Sabemos que disponemos de enormes superficies de cuencas apenas exploradas, y no veo razón para aceptar que estas no puedan incorporarse a la oferta de hidrocarburos sin antes haber explorado con intensidad. Mucho se dice de la aversión al riesgo exploratorio, de las restricciones de cash flow, etc. Pero me parece mejor que hablen los hechos antes que los especialistas.

 Habrá que hacer una búsqueda al estilo de la realizada para las áreas offshore con el objeto de entender las condiciones bajo las cuales aquellas empresas con mayor especialización en la exploración estarían dispuestas a trabajar. Y no sería menor la importancia de descubrir estructuras capaces de convertirse en almacenajes subterráneos de gas y así contribuir con la seguridad de suministro, también para beneficio de Vaca Muerta.Tenemos el offshore somero de buena parte de Chubut y Santa Cruz, el suroeste de esta última provincia y Tierra del Fuego como spots de probables desarrollos más que interesantes. Tenemos tight gas por desarrollar, y no solamente en Neuquén. 

Tenemos GNEA como infraestructura capaz de recibir los posibles resultados de nuevos esfuerzos exploratorios tanto en NEA como en NOA.Ya escucho las primeras objeciones: ¿Qué haríamos si tenemos mucho éxito? ¿Cuál sería el precio del gas? Prefiero enfrentarme a estos interrogantes antes que a la certeza de que poniendo todos los huevos en la misma canasta aumentamos el riesgo de abastecimiento interno. Y por lo tanto del proyecto exportador. Un intento de respuesta sería que no sabemos cómo manejar el éxito. Bueno, tal vez haya empresas que sepan hacerlo.Vaca Muerta debe convertirse en un gran proyecto exportador. 

Es un recurso tanto de alta velocidad de desarrollo como de declinación, y capital muy intensivo. Las operadoras pueden manejar estas características operando bajo contratos de compra-venta de largo plazo y de grandes volúmenes. Pero estas características no podrían ser manejadas a precios razonables por una Vaca Muerta volcada a atender al mercado interno. Es necesario, entonces, liberar a Vaca Muerta de la pesada carga de asegurar el suministro interno y así poder desplegar rápido y oportunamente todo su potencial productor.

En el desarrollo de estas inquietudes, están implícitas una serie de medidas que no vale la pena discutir a esta altura. Tampoco yo dispongo de todas las respuestas a las numerosas dudas que aparecerán, pero de esto se trata el crecimiento. Un crecimiento que nos induce a «rediseñar» la industria gasífera nacional con una potencia jamás vista ni soñada. 

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